El consejero de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad ha visitado un proyecto de inclusión infantil en San Sebastián de los Reyes.
Alberto Reyero participa en un taller de sensibilización sobre juguetes educativos, no sexistas ni bélicos.
El proyecto de ocio educativo se amplía a las familias para mejorar el entorno en que viven los niños.
La Comunidad de Madrid quiere impulsar la participación activa de todos los niños de nuestra región, incluyendo especialmente a los que se encuentran en riesgo de exclusión y, por tanto, con una mayor dificultad de acceso a los foros participativos.
Con este motivo, Alberto Reyero, consejero de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, ha visitado el proyecto Pineo, una iniciativa de Cruz Roja con la que colabora la Comunidad de Madrid, que potencia la participación juvenil y el ocio de niños y adolescentes entre 8 y 17 años, fomentando la educación en valores sociales, ambientales y saludables.
Entre las actividades que realizan se encuentran talleres de sensibilización, juegos y excursiones que, en ocasiones, se amplían a las familias para tratar de mejorar el entorno en que viven los niños y las habilidades parentales de sus progenitores. La iniciativa que ha visitado el consejero ha consistido una actividad de sensibilización sobre juguetes educativos, no sexistas ni bélicos, organizado por Cruz Roja para las familias, mientras los niños disfrutaban de juegos educativos en unos talleres apropiados a su grupo de edad.
Reyero ha destacado de este proyecto “la búsqueda del desarrollo integral de los niños, fomentando su conocimiento y sus habilidades sociales, que resultarán indispensables para su futuro”, al tiempo que ha alabado su esfuerzo para mejorar las condiciones de vida de las personas en situación de dificultad social, “una tarea compartida por el Gobierno regional y que debe ser especialmente intensa en el caso de los niños”.
Compromiso con la infancia
El consejero ha destacado la apuesta de la Comunidad de Madrid por la infancia, reflejada en el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, que este año cumple su 30 aniversario y que debe ser “el faro que nos oriente a mejorar la
legislación y las actuaciones por los niños de nuestra región”.