Aniversario de la “trágica muerte” del concejal.
(ZENIT).- Al cumplirse un año de “la trágica muerte” del concejal Albán, el arzobispo emérito de Caracas reclama nuevamente “una investigación imparcial y que los responsables sean castigados”. Considera que en Venezuela debe haber “un nuevo gobierno nacional”.
Hace justo un año, el martes 8 de octubre de 2018, familiares y amigos del concejal de Caracas, Fernando Alberto Albán Salazar, quedaban atónitos al conocer su trágica, inesperada e inexplicable muerte. La versión oficial hablaba de un presunto suicidio al lanzarse desde el piso 10 del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Plaza Venezuela, Caracas, donde estaba bajo custodia y responsabilidad del Estado Venezolano.
Fernando Albán fue detenido el 5 de octubre por el Sebin, cuando regresaba de visitar a sus familiares en los Estados Unidos. Se le acusó de estar implicado en el atentado ocurrido en agosto de ese año, en contra del presidente Nicolás Maduro. Después de estar desparecido durante 24 horas, el lunes 7 de octubre fue presentado en tribunales.
El día de su muerte iba a ser trasladado al tribunal primero que lleva el caso del magnicidio. Las dudas sobre la versión oficial incluyeron a la iglesia, siendo el cardenal Jorge Urosa Savino, una de las primeras voces que había exigido libertad y respeto a los derechos de Fernando Albán, porque su detención se hizo “fuera de las normas legales”.
Un año después de aquellos dolorosos hechos, las dudas siguen latentes, y nuevamente, el arzobispo emérito de Caracas, expresa su dolor y reclama justicia por el malogrado concejal a quien consideró “un gran amigo” y “un hombre de solidos principios cristianos”.
A través de una entrevista, el cardenal Urosa consideró oportuno hacer un repaso sobre la violación de los derechos humanos y abordar otros temas de la realidad venezolana.
Entrevista al Cardenal Urosa
¿Cardenal Urosa, cómo evalúa usted la trágica e inesperada muerte del concejal Fernando Albán a un año de haber ocurrido, estando bajo custodia del Estado?
Cardenal Urosa: Para mí, la trágica e inexplicable muerte de Fernando Albán fue muy dolorosa porque éramos amigos. Fernando era un hombre cristiano católico, cercano a la iglesia y que compartió con nosotros muchas preocupaciones por el bien del país y que tenía una gran cercanía conmigo, sin que, por supuesto, yo participara de su tolda política, ya que tengo por norma ser imparcial en el aspecto político. Pero a mí me dolió muchísimo la muerte de Fernando porque era un hombre bondadoso que trabajó por el pueblo, un luchador social, una persona pacífica, un hombre de paz que estaba en una línea de oposición al actual gobierno de Venezuela, pero no de una manera violenta”.
Su prisión fue injusta. Cuando fue llevado al Sebin protesté y exigí que fuera liberado. Lamentablemente, me sorprendió la triste noticia de la muerte violenta de Albán que estaba bajo la custodia, es decir, bajo la responsabilidad de un organismo del Estado Venezolano, bajo la responsabilidad del gobierno. Eso debió haberse investigado y lastimosamente no ha habido ninguna investigación; y en ese sentido protesto de nuevo, exijo que se haga la investigación y las personas que sean responsables de la muerte de Albán, cuya causalidad no ha sido bien determinada, sean castigadas de acuerdo a la ley.
¿Cardenal, su petición al Estado tiene alcance para los demás presos políticos que actualmente hay en Venezuela? ¿Podrían correr con la misma suerte de Albán?
Cardenal Urosa: Por supuesto, mi exigencia de justicia tiene alcance para los presos políticos que actualmente están en las cárceles del gobierno nacional, y esperamos que ninguno de ellos corra con la muerte violenta como ocurrió con Fernando Albán. Se tiene informaciones de que hay varios presos políticos enfermos, que no están siendo atendidos correctamente. El gobierno también es responsable de la salud de estas personas que están detenidas injustamente y deben ser atendidas adecuadamente. Por cierto, entre estos presos políticos enfermos se encuentra el general Miguel Rodríguez Torres, esperemos que se recupere y no vaya a morir accidentalmente o por una enfermedad en las cárceles del gobierno nacional”.
¿Considera usted que la muerte del concejal Albán puede considerarse como un hito en la violación de los derechos humanos en Venezuela?
Cardenal Urosa: Por supuesto, y así quedó asentado en el Informe oficial de la alta comisionada para los derechos humanos de la Organización de las Nacionales Unidas, la doctora Michelle Bachelet. También, este doloroso hecho va en la línea de la muerte violenta y criminal del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo. El informe de Bachelet deja muy mal parado al gobierno nacional e indica que ha atropellado gran cantidad de los derechos humanos de los venezolanos como la alimentación, la salud, la educación y fundamentalmente el derecho a la vida, porque inclusive, habla de torturas por parte del gobierno nacional. Cosas que uno escucha permanentemente en Venezuela, el informe de Bachelet lo tiene como una realidad: el gobierno nacional es culpable de torturas a los presos políticos.
¿Qué opina de la práctica de impedir que los presos políticos difuntos no sean vistos por última vez por su familiares y hasta los entregan en urnas clausuradas?
Cardenal Urosa: Es algo terrible y reprochable. No tengo conocimiento de que en el caso de Fernando Albán sus familiares en Caracas hayan podido verlo; aunque sí es cierto que su urna estaba clausurada porque así llegó y permaneció para la Misa que presidí el 10 de octubre del año pasado. Y en el caso del capitán Acosta Arévalo, quien fue torturado salvajemente y sin misericordia, según la autopsia, tenía 16 costillas fracturadas. Claro, el gobierno evita que los familiares vean el resultado de las torturas infligidas a esas persona. Es algo que se le debe reprochar al gobierno nacional.
La Iglesia venezolana, además del cardenal Urosa, no se quedó callada ante el caso Albán y hubo varios pronunciamientos a raíz de su muerte.
Cardenal Urosa: Efectivamente, como creyentes y pastores cristianos no podíamos quedarnos callados. Además del mío también hubo pronunciamiento de la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana que ha estado muy activa en el tema de los presos políticos y comunes, del cardenal Porras y de otros obispos que conocieron personalmente a Fernando Albán. Nosotros como episcopado estamos en una línea de acción favorable a la defensa de los derechos de la población venezolana y por eso hemos denunciado este y otros casos.
¿Cardenal, vista la situación tan precaria para los derechos humanos en Venezuela, se puede hallar una salida que le dé solución a los demás problemas?
Cardenal Urosa: Salida tiene que haber y tiene que darse a través de una negociación. Esto, con el fin de resolver el problema político de la ingobernabilidad del país, de la incapacidad del gobierno de administrar los recursos de Venezuela, el problema que tenemos de la inflación desbocada que ha llevado al dólar a valer más de 20 mil bolívares. Un ejemplo claro lo tenemos cuando el presidente Maduro decretó la reconversión monetaria en agosto de 2018, un Dólar valía 60 bolívares soberanos, hoy en día vale más de 20 mil. Es una cosa espantosa y es lo que, precisamente, está causando la gran miseria, el dolor y el hambre del pueblo venezolano.
¿Qué le parece las conversaciones y acuerdos entre el presidente Maduro con un nuevo sector de la oposición en Venezuela?
Cardenal Urosa: Respeto mucho a los dirigentes políticos que han suscrito esos acuerdos, pero, lamentablemente, tales acuerdos no van a tener mucha fuerza porque estos dirigentes políticos que han tenido una gran figuración en el pasado, carecen hoy en día de una representatividad; por tanto, creo que eso no va a llegar a ningún lado. Por el contrario, sí considero que el camino es que haya negociaciones con los factores que realmente representan a la gran mayoría del pueblo venezolano.
¿Quiere decir entonces, que sigue teniendo vigencia la propuesta del cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres?
Cardenal Urosa: Ese camino que se planteó hace ya algunos meses, es el único camino posible para que se resuelva el problema. Esperemos que el gobierno y la oposición representada por los líderes más importantes lleguen a negociaciones para resolver la grave situación que está sufriendo la población de Venezuela. El problema está en que cada día hay más dolor, cada día hay más hambre, cada día hay más gente muerta, la desnutrición infantil crece al igual que la mortalidad infantil. En fin, hay indicadores que son verdaderamente negativos, y que el gobierno no puede con el país, por tanto, debe haber un nuevo gobierno nacional.
Como representante de la Iglesia, ¿cuál es entonces su llamado a los venezolanos?
Cardenal Urosa: Mi llamado es a que los venezolanos nos encontremos cada día más unidos a Dios Nuestro Señor; que vayamos por el camino de Jesucristo que es el camino de los Diez Mandamientos; que no nos dejemos llevar por la desesperanza y mucho menos por la tentación de la violencia; y que trabajemos con mucha mayor fuerza para defender nuestros derechos y los de los demás. Si estamos mal, en parte es porque los venezolanos no hemos sabido defender con fuerza y con efectividad nuestros derechos y, en este campo, tienen mucha responsabilidad los dirigentes de los partidos políticos.
Ramón Antonio Pérez
Imagen: Cardenal Jorge Urosa Savino, 8 Oct 2019
(Foto: © @GuardianCatolic)