El Pontificio Consejo Justicia y Paz ha publicado el pasado 7 de enero el documento »Potenciar el compromiso de la Iglesia Católica en la respuesta a la crisis del ébola», en el cual describe por primera vez su respuesta pastoral a una enfermedad relativamente nueva y que ha devastado enteras comunidades sobre todo en los países de África Occidental, especialmente en Guinea, Sierra Leona y Liberia.
»La Santa Sede -dice el texto- expresa su más vivo aprecio a las Iglesias Católicas locales de Guinea, Liberia y Sierra Leona por su rápida respuesta a la crisis causada por el ébola. Para potenciar todavía más sus esfuerzos y como respuesta concreta a la epidemia, la Santa Sede ofrece una aportación económica. Los fondos estarán a disposición de las estructuras sostenidas por la Iglesia para mejorar la asistencia que brindan a través de instituciones sanitarias, iniciativas comunitarias y de la atención pastoral de los enfermos y el personal sanitario. Asimismo anima a otros benefactores, privados o públicos, a que contribuyan a incrementar dichos fondos en señal de solidaridad con nuestros hermanos y hermanas que sufren mucho en esas regiones golpeadas por la enfermedad».
Las sumas ofrecidas por la Santa Sede, especifica el documento, »se utilizarán entre otras cosas para comprar material sanitario de primera necesidad, para el transporte de los enfermos y para la renovación de las estructuras. Una parte se destinará a los residentes de áreas circunscritas con el fin de desarrollar y potenciar estrategias encaminadas a detener la expansión del ébola. También habrá fondos destinados a ayudar a las familias afectadas por el virus y a los menores huérfanos. Desde el punto de vista pastoral, la Santa Sede contribuirá a la asistencia de las personas en las zonas golpeadas por el virus mediante la formación y la ayuda prestada a los sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos dedicados a actividades pastorales, preparándolos mejor para hacer frente a las necesidades físicas, psíquicas y espirituales de los enfermos y de todos los que sufren. Igualmente concentrará su intervención en las parroquias ya que la mayor parte de la actividad de la Iglesia se desarrolla en las parroquias que son instituciones claves en la lucha a las consecuencias del ébola que comienzan a constituir un grave problema, sobre todo para los que han padecido la enfermedad».