El seminario de Orihuela-Alicante ha abierto sus puertas para acoger, como albergue, a casi un centenar de personas evacuadas. También las parroquias de la comarca han puesto al servicio de los afectados sus instalaciones, así como las de Cartagena, cuyo obispo ha pedido la colaboración a las comunidades cristianas para facilitar todos los locales y medios necesarios para servir de ayuda a las familias afectadas.
La iglesia oriolana se ha volcado con los damnificados por la gota fría que ha afectado a la ciudad de Orihuela y su comarca de la Vega Baja. Según las últimos datos oficiales, ya se elevan a seis las víctimas mortales por el paso de la DANA, y los destrozos materiales son innumerables. Ante tal catástrofe, el seminario de Orihuela-Alicante ha abierto sus puertas para acoger, como albergue, a casi un centenar de personas evacuadas de sus casas. También las parroquias de la comarca han puesto al servicio de los afectados sus instalaciones parroquiales, atendidas por voluntarios, fieles, sacerdotes y miembros de Cáritas.
Monseñor Murgui, obispo de Orihuela-Alicante, ha manifestado su «profundo agradecimiento a todas las autoridades y colectivos que han contribuido con entrega, solidaridad y profesionalidad, a las labores de ayuda y salvamento». En un comunicado emitido por la diócesis, el obispo destaca el trabajo «coordinado y abnegado» que están realizando «voluntarios y sociedad civil, servicios de emergencias, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, gobiernos locales, autonómicos y central».
Asimismo, el obispo ha pedido al clero y a todos los fieles diocesanos que ofrezcan la Eucaristía por las víctimas mortales del temporal y por aquellas personas que «han perdido sus cosechas o han visto afectados sus hogares, bienes o medios de vida». «Vaya para ellas todo el ánimo, apoyo y consuelo posible».
El obispo de Cartagena visita las regiones afectadas
La región de Murcia es otra de las grandes afectadas por la gota fría. Allí, el obispo de Cartagena, monseñor Lorca Planes, ha visitado las zonas más afectadas por las inundaciones: ya ha pasado por Archena, Santomera y la pedanía de El RAal. Desde que se declarase la alerta roja en la región, el obispo hizo un llamamiento a la colaboración a todos los párrocos y comunidades cristianas de la diócesis para facilitar todos los locales y medios necesarios que pudieran servir de ayuda a las familias afectadas.
Rubén Córdoba, párroco de Los Alcázares, una de las localidades más dañadas, afirma que pese a lo dramático de la situación, «esta catástrofe está sacando el lado bueno de todas las personas. Ahora no importan ni ideología, ni religión, ni nada. Estamos todos unidos con un solo corazón, apoyándonos todos. Veo el corazón de mi pueblo unido y me siento admirado, y veo el amor de Dios en ellos». Asimismo, el sacerdote ha hecho un llamamiento para que todo aquel que quiera colaborar se acerque a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción donde podrá ayudar a las familias que lo han perdido todo o participar limpiando los templos del municipio, que también se han visto afectados por la lluvia.
El próximo miércoles el obispo de Cartagena y su Consejo Episcopal se reunirán en Torre Pacheco con autoridades, damnificados e instituciones como Cáritas. Por la tarde visitarán Los Alcázares para ofrecer su apoyo a las familias que lo han perdido todo.
Durante la celebración de la fiesta de la Virgen María, este domingo 15 de septiembre, monseñor Lorca Planes dedicó su homilía a la tragedia, y recordó ante los fieles y miembros del gobierno local que «no nos quejamos de la fuerza de la naturaleza, ni de nuestras debilidades, eso ya lo sabemos. Lo que le pedimos al Señor es mantener la serenidad para dar la cara, para seguir adelante y desarrollar un músculo importante, el del corazón, para estar cerca de los que han perdido mucho y poderles ayudar».
El obispo contó cómo «muchos obispos de España me han llamado para interesarse por esos acontecimientos que nos han llevado a dolores y sufrimientos». Su respuesta fue que «a los murcianos nos ha tocado afrontar muchos y graves retos, pero de todos hemos salido por la fuerza de la fe, que nos ha llevado a confiar en Dios, y porque este pueblo es grande, con esperanza, generoso y valiente, rozando la heroicidad».
Tras agradecer la labor de los equipos de respuesta y la sociedad civil, «embarrados hasta el cuello para ayudar a sus vecinos y hacer la vida más fácil a los que han perdido hasta los sueños», puso a los pies de la Virgen «nuestros corazones rotos por el dolor, que nos ha venido a causa de las inundaciones». Pero a la vez, «te traigo un corazón agradecido», porque «hemos tenido la suerte de tener en medio de este fenómeno de la naturaleza, a las personas, que han sabido coordinar y trabajar con fina competencia».
Guadix y Gandía, volcados
También el obispo de Guadix, monseñor Orozco, ha visitado a la familia de Francisco Campoy, de 36 años, fallecido en Baza a consecuencia del temporal, y se ha mostrado «cercano a los damnificados por el temporal, en Baza y en otros lugares de la diócesis, donde ha llovido con intensidad y provocado daños considerables», aseguran desde la diócesis.
Cáritas Gandía ha puesto su Centro de Atención Integral a disposición de 31 personas que han tenido que abandonar sus hogares a causa de la lluvia. Además, mantuvo sus instalaciones abiertas durante el temporal, para que las personas que lo necesitasen pudieran acercarse a pernoctar.
Alfa y Omega
(Foto: Diócesis de Cartagena)