Ciudad del Vaticano, 28 de diciembre 2014 (VIS).-En la festividad de la Sagrada Familia, el Papa Francisco recibió en el Aula Pablo VI a una amplia representación de familias numerosas italianas venidas a Roma con motivo del décimo aniversario de la asociación que las agrupa. También estaban presentes diversas familias procedentes de toda Europa.
»Habéis venido con los frutos más hermosos de vuestro amor -dijo el Papa- La maternidad y la paternidad son dones de Dios, pero acoger el don, maravillarse de su belleza y hacer que resplandezca en la sociedad, es tarea vuestra. Cada uno de vuestros hijos es una criatura única que no se repetirá nunca más en la historia de la humanidad. Cuando se comprende esto, es decir que cada uno ha sido querido por Dios, nos asombramos del milagro tan grande que es un hijo».
»Y vosotros, niños y niñas -afirmó dirigiéndose a los más pequeños- sois precisamente ésto: cada uno de vosotros es un fruto único del amor, venís del amor y crecéis en el amor. Sois únicos, pero no estáis solos. Y el hecho de tener hermanos y hermanas os hace bien: los hijos e hijas de una familia numerosa son más capaces de comunión fraternal desde la primera infancia. En un mundo marcado a menudo por el egoísmo, la familia numerosa es una escuela de solidaridad y de división, y estas actitudes benefician después a toda la sociedad».
»Vosotros, chicos y chicas -prosiguió- sois los frutos del árbol que es la familia: sois frutos buenos cuando el árbol tiene buenas raíces -que son los abuelos- y un buen tronco que son los padres… La presencia de las familias numerosas es una esperanza para la sociedad. Y por eso es muy importante la presencia de los abuelos: una presencia preciosa sea por la ayuda práctica, sea sobre todo por su aportación educativa. Los abuelos custodian dentro de sí los valores de un pueblo, de una familia y ayudan a los padres a transmitirlos a los hijos. En el siglo pasado, en tantos países de Europa, fueron los abuelos los que transmitieron la fe».
»Queridos padres, os agradezco tanto vuestro ejemplo de amor por la vida que custodiáis desde la concepción hasta su fin natural, no obstante todas las dificultades y los pesos de la vida y que, desgraciadamente, las instituciones públicas no siempre os ayudan a llevar…Cada familia es célula de la sociedad, pero la familia numerosa es una célula más rica , más vital y al Estado tendría que interesarle mucho invertir en ella», señaló Francisco que finalizó su breve discurso rezando por las familias más sometidas a duras pruebas por la crisis económica » por aquellas donde el padre o la madre han perdido el trabajo -y es muy duro- o donde los jóvenes no consiguen encontrarlo,por las que sufren en los afectos más queridos y por las que sienten la tentación de rendirse a la soledad y la separación».