El Papa ha pedido a la fundación pontificia Scholas Occurrentes un estudio sobre las doctrinas económicas que se imparten en las universidades católicas de todo el mundo, a menudo más cercanas al neoliberalismo que al magisterio pontificio. La hipótesis de Scholas es que esos postulados ideológicos se trasladan a una escuela católica en ocasiones excesivamente elitista y alejada del ideario de sus fundadores
Tras reunir a una veintena de artistas españoles y latinos del primer nivel en un concierto por la paz en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid, José María del Corral, director mundial de Scholas Occurrentes, está ya pensando en próximos proyectos. Uno, en particular, va a levantar muchas ampollas dentro de la Iglesia. La organización creada por Jorge Bergoglio siendo arzobispo de Buenos Aires –elevada a fundación vaticana tras su elección como Obispo de Roma– se pregunta si la educación católica se mantiene fiel a sus raíces o si, más bien, se ha convertido en un negocio.
«El Papa continuamente está denunciando que la economía mata, que cada vez deja a más personas descartadas…, pero ¿qué tipo de economía estamos enseñando nosotros?», se pregunta Del Corral. «¿Qué tienen de católicas muchas de nuestras escuelas, si a veces lo único que les preocupa a los padres son los apellidos de los otros chicos que van a estar en el aula? Seamos serios: dar dos horas de Religión no hace que un centro pueda llamarse católico. No sigamos criticando al vecino cuando nosotros mismos no somos coherentes».
Del Corral habla, en primer lugar, desde su propia experiencia como antiguo director de escuelas públicas y privadas argentinas. Más allá del ideario que asegurara profesar cada centro –dice– «la única diferencia real era muchas veces la hotelería», la calidad de las instalaciones. «Solo cuando hay padres implicados en la escuela empieza a producirse un cambio».
Después constató que muchos jóvenes de familias católicas e incluso religiosos de toda América Latina –a menudo los futuros responsable de las escuelas y del resto obras de sus congregaciones– «son enviados a formarse a universidades como FLACSO [la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales] que promueven una visión neoliberal de la economía que nada tiene que ver con la que enseña el Magisterio. Y eso que pasó en Latinoamérica también lo estamos viendo en Europa».
Colegios y universidades de élite «obsesionados» por figurar en lo más alto de «los rankings de excelencia», exclusivos MBA… «¿Es esto en lo que nos hemos convertido? Tenemos que quitarnos la careta, como dice el Papa. Llamar a las cosas por su nombre, aunque nos traiga problemas. No era esta la visión de los grandes pedagogos católicos como Juan Bosco, Lasallle, Champagnat… Para ellos la escuela existía para formar a buenos cristianos y buenos ciudadanos. Una escuela que enseñaba a vivir. Eso es lo que quiere recuperar el Papa a través de Scholas».
De entrada, Francisco ha pedido a su fundación que analice qué tipo de economía están enseñando las universidades católicas. La idea surgió del encuentro organizado en marzo por Scholas con el Pontífice y un grupo de prestigiosos economistas de todo el mundo, capitaneados por el Nobel Joseph Stiglitz, un referente para la socialdemocracia. En marzo de 2020 se celebrará en Asís un encuentro de jóvenes y economistas para debatir sobre cómo debería ser una economía inspirada en los principios del cristianismo.
Representantes de las distintas Cátedras Scholas (hay 85 en todo el mundo –12 en España–, en universidades tanto públicas como privadas) colaboran con el equipo de Stiglitz en la elaboración de una muestra representativa de centros universitarios católicos de los cinco continentes. En el panel hay antiguos ministros de Economía y altos cargos de organismos internacionales como el FMI. «Son personas que, desde dentro del sistema, se han dado cuenta de que el modelo está fracturado y ya no da para más, de que hace falta un cambio. Exactamente la misma conclusión a la que hemos llegado nosotros con la escuela», asegura el director de la fundación pontificia.
Una vez realizado el estudio de las ofertas curriculares en esa muestra de universidades en una próxima reunión «en septiembre o en octubre» –anuncia Del Corral– se elaborará el documento final que le será presentado al Papa.
Ricardo Benjumea
Imagen: José María del Corral (izquierda)
y el cantante Miguel Poveda (con la pala),
durante el Concierto por la Paz.
(Foto: Javier Núñez/Concierto x la Paz)
El momento más emocionante del Concierto por la Paz
Luis Fonsi, Miguel Poveda, Rosana, Ainhoa Arteta, Sara Baras… La lista de artistas en el Concierto por la Paz del 30 de junio en el Wanda Metropolitano de Madrid a beneficio de Scholas es apabullante, pero el director de la fundación pontificia, José María del Corral, se queda con dos nombres anónimos para la mayoría de los 35.000 espectadores: los dos adolescentes gitanos de Valencia que subieron al escenario con Miguel Poveda. «Son chicos que estaban en situación de calle y que están haciendo un esfuerzo enorme por salir adelante», cuenta. Los conoció en un encuentro de Scholas, que, como es habitual en la metodología de la fundación, reúne a chicos y chicas de diferentes escuelas públicas y privadas para que se conozcan entre sí y definan juntos los problemas que les afectan y las soluciones que proponen. «Estaban emocionados de poder participar y conocer a alumnos de otros centros. Coincidieron con unas chicas de un colegio femenino de la Obra. Continuamente les pedían el móvil, y ellas, naturalmente, les decían que no. Pero tras siete días conviviendo acabaron siendo amigos… Verlos, finalmente, subidos al escenario, como cantantes profesionales, fue emocionante».