Dos párrocos que se hicieron obispos auxiliares.
(ZENIT).- Caminaron con el pueblo y ahora estarán al frente de él. Francisco los eligió como pastores de la Iglesia en Lima. Este nuevo paso que dio la Iglesia de Lima la convierte en una ciudad que escucha.
Nuevos aires se respiran en la ciudad de los reyes. No solo las cuerdas de las guitarras retumbaron en la Basílica Catedral, sino también los corazones de la feligresía en la ceremonia de ordenación episcopal de los obispos auxiliares de Lima monseñor Ricardo Rodríguez Álvarez y monseñor Guillermo Elías Millares el último sábado 6 de julio.
“Ustedes son mis dos alas para volar” expresó el Arzobispo de Lima durante su homilía. Monseñor Carlos Castillo Mattasoglio distinguió a la ciudad de los reyes como una sociedad resquebrajada “sobreviviente en medio de tantos problemas” reflexionó en su homilía de la misa que presidió y que fue concelebrada por los jesuitas Cardenal Pedro Barreto Jimeno, monseñor Alfredo Vizcarra Presidente de la Red Panamazónica REPAM, padre Juan Bytton Capellán de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), entre otros.
Siempre cerca de la gente
En medio de palmas que acompañaban los cantos, nuevas tonadas en una catedral que parece renovarse, el también primado del Perú se refirió a la importancia que se le debe dar a la “buena noticia”, aquella que lleva esperanza aun en un mundo donde las formas sociales del mal como; la corrupción, la destrucción de la familia, y el maltrato a las personas se multiplican. “Tener a padre Guillermo y a Ricardo como nuevos obispos fortalece el espíritu”. “Ellos son del pueblo”. “Amigos del camino de tantos años del sacerdocio”. Con más de 20 años de servicio sacerdotal, ambos supieron ganarse el cariño de su gente.
Mientras Guillermo Elías encontraba su camino de servicio como párroco de la parroquia “El Señor de la Paz” y Vicario Episcopal de la Comisión de Matrimonio y Familia de la Diócesis de Carabayllo en 2010, el padre Ricardo Rodríguez reconocía en los jóvenes la fuerza que la Iglesia necesitaba para evangelizar. Con estudios en sociología y pastoral juvenil en Colombia, utilizó los medios de comunicación católicos para fortalecer los vínculos con los jóvenes peruanos.
Acompañaron, acogieron, animaron, alentaron; en suma supieron estar cerca del pueblo. Es por eso que el Santo Padre puso sus ojos en estos sacerdotes quienes siempre fueron buenos párrocos. Ahora como obispos reafirman su servicio siempre al lado del pueblo.
“Siempre párrocos”
Durante su homilía monseñor Mattasoglio sostuvo sentirse muy agradecido con los obispos. Y es que cuando fue por primera vez párroco, “ellos le enseñaron cómo hacerlo”. Gracias a esas asesorías no solamente fue un vicario adscrito, sino también un párroco, recordó.
Ambos realizaron sus estudios en el seminario Santo Toribio de Mogrovejo, incluso fueron ordenados por el Cardenal Juan Landázuri Ricketts, quien también hizo lo propio con el Arzobispo de Lima. A través de él comenzaron su camino sacerdotal.
La Iglesia en Lima espera contar con un departamento de escucha; para dejarnos escuchar unos con otros, religiosos, sacerdotes, laicos, etc. Enseñar y aprender a escucharnos para organizados resolver los graves problemas que soporta nuestra Iglesia.
ESTHER NUÑEZ BALBÍN
Imagen: Obispos Auxiliares en la Arquidiócesis de Lima
(© Arzobispado de Lima)