A la comunidad internacional.
(ZENIT).- Uno de los obispos de Burkina Faso ha pedido a la comunidad internacional que detenga el flujo de armas a los grupos yihadistas que atacan a los cristianos en el norte del país.
En declaraciones para la organización caritativa católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), Mons. Laurent Birfuoré Dabiré de Dori expuso: “Si el mundo sigue sin hacer nada, el resultado será la eliminación de la presencia cristiana en esta área y muy posiblemente en el futuro en todo el país”.
Haciendo un llamamiento a los gobiernos de todo el mundo para que intervengan a fin de detener el suministro de armas a los extremistas islamistas, el Obispo Dabiré expresó: “Las armas que están usando no fueron fabricadas aquí en África”.
“Tienen rifles, ametralladoras y muchas municiones, más de lo que el ejército de Burkina Faso tiene a su disposición. Cuando vienen a las aldeas, disparan durante horas”.
“¿Quién les está suministrando estos recursos? Si no recibieran este apoyo del exterior, tendrían que dejar de hacerlo”.
“Por eso apelo a las autoridades internacionales. Quienquiera que tenga el poder para hacerlo, que ponga fin a toda esta violencia”.
El último incidente tuvo lugar en una aldea rural de la diócesis de Ouahigouya el jueves 27 de junio, pero los informes de la iglesia no han llegado hasta hoy, 5 de julio.
El obispo contó: “Cuando la gente de la aldea de Bani se había reunido para hablar, los islamistas llegaron y obligaron a todos a tumbarse bocabajo en el suelo”.
“Luego los registraron. Cuatro personas llevaban crucifijos. Así que los mataron porque eran cristianos”.
“Después de asesinarlos, los islamistas advirtieron a todos los demás pueblos que si no se convertían al islam, ellos también serían asesinados”.
Según el obispo, este es el quinto ataque contra los cristianos en el noreste del país desde principios de 2019 y eleva a 20 el número de cristianos asesinados.
Mons. Dabiré explicó a ACN que los ataques de los fundamentalistas islámicos se han intensificado desde 2015.
El prelado señaló también: “Al principio, solo actuaban en la región fronteriza entre Malí y Níger”.
“Pero poco a poco se han trasladado al interior del país, atacando al ejército, a las estructuras civiles y al pueblo”.
“Hoy su principal objetivo parecen ser los cristianos y creo que están tratando de desencadenar un conflicto interreligioso”.
Mons. Dabiré añadió que el padre Joël Yougbaré, sacerdote de su diócesis, fue secuestrado por extremistas el 17 de marzo y que se ha visto obligado a cerrar dos parroquias por motivos de seguridad.
Se ha culpado a varios movimientos islamistas como organizadores el creciente número de ataques en Burkina Faso, incluido el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes y el Estado Islámico del Gran Sahara.
John Newton y Marta Petrosillo
Imagen: Mons. Laurent Birfuoré Dabiré de Dori
(© ACN)