Muchas personas felicitaron al Papa y tuvo que soplar algunas velas. Al finalizar la Audiencia se bailó Milonga en su honor en la Plaza de San Pedro. Francisco evitó festejos privados.
Ciudad del Vaticano, (VIS).- La familia es el »gran don que el Señor hizo al mundo desde el principio, cuando confirió a Adán y Eva la misión de multiplicarse y henchir la tierra. Ese don que Jesús confirmó y selló en su evangelio», afirmó el Papa Francisco durante la audiencia general del miércoles 17 de diciembre (el día que cumplía 78 años) en la primera catequesis dedicada al tema que desarrollará a lo largo del próximo año : la familia.
La proximidad de Navidad ilumina el misterio de la encarnación del Hijo de Dios que abre un capítulo nuevo en la historia universal del hombre y de la mujer. »Y este nuevo inicio -recalcó – ocurre dentro de una familia, en Nazaret. Jesús nació en una familia..Podía haber venido de forma espectacular, como un guerrero o como un emperador… En cambio, no. Vino como un hijo a una familia».
Dios quiso nacer »en una familia humana que el mismo formó. Y la formó en una aldea remota de la periferia del Imperio Romano. No en Roma, que era la capital del Imperio, no en una gran ciudad, sino en una periferia, casi invisible, y además de mala fama. Lo recuerdan también los Evangelios con la frase: »¿De Nazaret puede salir algo bueno?» Tal vez, en muchas partes del mundo -señaló Francisco – nosotros seguimos hablando así cuando escuchamos el nombre de algún lugar periférico de una gran ciudad. Y sin embargo, desde allí, desde la periferia del gran Imperio, inició la historia más santa y más buena, la de Jesús entre la humanidad».
Jesús se quedó en esa periferia durante treinta años en los cuales »no se habla de milagros o curaciones, de predicaciones, de multitudes que acuden. En Nazaret todo parece suceder «normalmente», de acuerdo con las costumbres de una familia judía piadosa y laboriosa…. Los Evangelios, en su sobriedad no dicen nada sobre la adolescencia de Jesús y dejan esta tarea a nuestra meditación afectuosa. El arte, la literatura, la música han recorrido este camino de la imaginación. Ciertamente, no es difícil imaginar cómo las madres podrían aprender de las atenciones de María por su Hijo. Y cuanto los padres podrían aprender del ejemplo de José, el hombre justo, que dedicó su vida a sostener y defender a su hijo y a su esposa – su familia – en los pasajes difíciles». Por no hablar -exclamó el Papa- de cómo los niños pueden ser alentados por Jesús adolescente a entender la necesidad y la belleza de cultivar su vocación más profunda, y de soñar en grande».
»Cada familia cristiana – como lo hicieron María y José – puede ante todo recibir a Jesús, escucharlo… protegerlo, crecer con El y así mejorar el mundo. Hagamos espacio en nuestros corazones y en nuestras jornadas al Señor. Lo mismo hicieron María y José, y no fue fácil: ¡cuántas dificultades tuvieron que superar! Y su familia no era falsa, no era una familia irreal. La familia de Nazaret nos llama -recapituló el Santo Padre- a redescubrir la vocación y la misión de la familia, de cada familia. Y, como sucedió en esos treinta años en Nazaret, lo mismo nos puede suceder a nosotros: hacer que sea normal el amor y no el odio, hacer que lo normal sea la ayuda mutua, no la indiferencia o la hostilidad. No es entonces una casualidad, que «Nazaret» signifique: »La que custodia». Desde entonces, cada vez que una familia custodia este misterio, aunque esté en la periferia del mundo, el misterio del Hijo de Dios se pone a la obra. Y viene para salvar el mundo».
Al final de la audiencia, 2.500 personas bailaron la milonga al son del bandoneón en la Plaza de San Pedro para felicitar al Papa su 78 cumpleaños. La iniciativa »Un tango para Francisco» surgió en las redes sociales y, como se ha visto, miles de personas se adhirieron a ella.
Biografía del Papa Francisco
El 17 de diciembre de 1936 nació en Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio, el actual, desde el 13 de marzo de 2013, Papa Francisco.
El argentino Jorge Mario Bergoglio, SJ, hasta la tarde del miércoles del 13 de marzo de 2013, arzobispo de Buenos Aires (Argentina) y ordinario para los fieles de rito oriental residentes en la Argentina que no disponen de ordinario de rito propio, nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936. Estudió y se diplomó como técnico químico, pero después optó por el sacerdocio e ingresó en el Seminario de Villa Devoto. El 11 de marzo de 1958 pasó al noviciado de la Compañía de Jesús; cursó estudios humanísticos en Chile, y en 1963, de regreso a Buenos Aires, se licenció en Filosofía en la Facultad de Filosofía del Colegio Máximo San José, de San Miguel.
Entre 1964 y 1965 fue profesor de Literatura y de Psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe, y en 1966 enseñó dichas materias en el Colegio del Salvador de Buenos Aires.
Desde 1967 hasta 1970 estudió Teología en la Facultad de Teología del Colegio Máximo San José, de San Miguel, en el que se licenció.
El 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote.
En 1970-1971 realizó el tercer período de prueba en Alcalá de Henares (España), y el 22 de abril hizo su profesión perpetua.
Fue maestro de novicios en Villa Barilari, en San Miguel (1972-1973); profesor de Teología; consultor de la Provincia y rector del Colegio Máximo. El 31 de julio de 1973 fue elegido provincial de la Argentina, cargo que ejerció durante seis años.
Entre 1980 y 1986 fue rector del Colegio Máximo y de las Facultades de Filosofía y Teología de dicha casa, así como titular de la parroquia del Patriarca San José, en la diócesis de San Miguel.
En marzo de 1986 se trasladó a Alemania para culminar su tesis doctoral; sucesivamente, los superiores lo destinaron al Colegio del Salvador, desde el que pasó a la iglesia de la Compañía en la ciudad de Córdoba (Argentina), en calidad de director espiritual y confesor.
Obispo desde 1992
El 20 de mayo de 1992, Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio de ese mismo año recibió, en la catedral de Buenos Aires, la ordenación episcopal de manos del cardenal Antonio Quarracino, del nuncio apostólico monseñor Ubaldo Calabresi y del obispo de Mercedes-Luján, monseñor Emilio Ogñénovich.
El 3 de junio de 1997 fue nombrado arzobispo coadjutor de Buenos Aires, y el 28 de febrero de 1998 arzobispo de Buenos Aires por sucesión, al morir el cardenal Quarracino.
Es autor de los libros: Meditaciones para religiosos (1982), Reflexiones sobre la vida apostólica (1986) y Reflexiones de esperanza (1992).
Ha sido ordinario para los fieles de rito oriental residentes en las Argentina que no pueden disponer de un ordinario de su propio rito.
Fue gran canciller de la Universidad Católica Argentina.
Fue relator general adjunto en la X Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (octubre de 2001).
Desde noviembre de 2005 hasta noviembre de 2011 fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.
Fue creado y publicado cardenal por el Beato Juan Pablo II en el Consistorio del 21 de febrero de 2001, con el título de San Roberto Belarmino.
En la Curia Romana ha sido hasta ahora miembro de las Congregaciones para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; para el Clero y para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, del Pontificio Consejo para la Familia y de la Pontificia Comisión para América Latina.