El departamento de Pastoral de la Carretera de la CEE apela a la responsabilidad de los conductores en su mensaje para la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico, que se celebra el 7 de julio, y reivindica «el cumplimiento de las normas de tráfico» con el objetivo de «tener una movilidad segura».
«Los demás conductores no son un obstáculo o adversario que hay que superar», sino hermanos y personas, que al igual que yo, están haciendo su camino con el firme propósito de llegar felizmente a su destino y a las que debo respetar como me gusta que los demás me respeten a mí», aseguran los obispos españoles, a través del departamento de Pastoral de la Carretera de la CEE, en su mensaje para la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico.
Pero más allá de la reciprocidad del lema –«No hagas a nadie lo que tú aborreces»–, los prelados apelan a la responsabilidad de los conductores y reivindican «el cumplimiento de las normas de tráfico», que «no son optativas» y «nos obligan moralmente a todos por igual», con el objetivo de «tener una movilidad segura».
Quien se salta «las normas de tráfico» pone en grave peligro su «vida y la de los demás», advierte la CEE al mismo tiempo que asegura que «causar la muerte a un ser humano es gravemente contrario a la dignidad de la persona y a la santidad del Creador».
Por ello, piden conducir con «prudencia y responsabilidad», manteniendo una actitud «humilde», desechando la «soberbia, arrogancia y prepotencia» y evitando «la bebida, las drogas y todo aquello que puede hacer que mi camino y el de los demás conductores no sea seguro y termine en accidente y muerte».
J. C. de A.
Foto: ABC