El Ayuntamiento de Majadahonda, a través de la concejalía de Consumo, Vigilancia y Control de Animales ha creado un catálogo de observación antirrábica y ha suscrito también un Protocolo de colaboración con la Policía Local.
El catálogo creado pretende incorporar los asuntos registrados para su dictamen, pudiendo determinarse la apertura de un expediente administrativo que conllevaría, si así se considerase, el cumplimiento de las medidas exigidas a los animales potencialmente peligrosos y de aquéllas otras que determinen las disposiciones legales vigentes.
Por su parte, el Protocolo entre el Servicio de Vigilancia y Control de Animales Domésticos y la Policía Local pretende que haya una extraordinaria coordinación y finalmente puedan sancionarse estas infracciones.
El Concejal de Consumo, Vigilancia y Control de Animales, Manuel Troitiño junto con la Concejal Delegada de Recursos Humanos, Régimen Interior, Servicios Jurídicos, Seguridad y Nuevas Tecnologías, Fátima Núñez y el responsable de Policía Local, José María Hervás, han suscrito este Protocolo con el objetivo de establecer la coordinación y colaboración ordenada de las actuaciones de los servicios competentes, relacionadas con la materia.
La observación antirrábica veterinaria es obligatoria en animales domésticos, especialmente el perro, que hayan tenido episodios de mordeduras a personas. Las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid determinan el tiempo, lugar y el modo en que se cumple la observación.
Asimismo, la Ordenanza municipal reguladora de la tenencia, control y protección de animales domésticos del Ayuntamiento de Majadahonda, también determina que el propietario del animal agresor tiene obligación de notificarlo a la autoridad competente y determina también que los veterinarios clínicos, en el ejercicio libre, que desarrollan su actividad en el ámbito territorial de nuestro municipio, quedan obligados a comunicar las agresiones entre animales de los que tuvieran conocimiento, en virtud de los casos atendidos por lesiones que pudieran tener su origen en estas circunstancias.
La Ordenanza municipal también establece que a los animales con antecedentes de este tipo, o por circunstancias sanitarias o de otra índole que así lo aconsejen, se les podrá obligar al uso del bozal.