“Fue motivo de alegría para la Iglesia”.
(ZENIT).- Biotecnología, clonación y economicismo, son palabras que parecen sacadas de informes científicos y financieros, o del periodismo especializado. Sin embargo, también hay otros términos tales como minorías, usura y violencia que, sumados a los anteriores, están muy presentes en los discursos de jefes de Estado y analistas en foros internacionales.
Cabe precisar que todo esto no es asunto exclusivo del léxico de las naciones, ni de la prensa internacional. La Iglesia católica también los ha recopilado y definido, con el fin de facilitar a los creyentes, estudiosos y gobernantes una mirada crítica, pero a la vez propositiva de aquellos temas con raigambre en las sagradas escrituras.
Un jubileo social
Fue motivo de alegría para la Iglesia y toda la comunidad internacional, la reciente celebración de los quince años del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (CDSI), publicado en abril de 2004.
Este documento, que “se propone sostener la acción de los cristianos en el campo social”, en palabras del cardenal Renato Martino, presidente emérito del Pontificio Consejo Justicia y Paz, fue un encargo muy especial de san Juan Pablo II. El fin fue recoger la mayoría de voces que, iluminadas por el magisterio y la tradición de la Iglesia, pudieran acompañar, advertir y aconsejar a gobernantes y dirigentes de todos los sectores, en lo que se refiere al irrestricto respeto y promoción de la dignidad humana.
Son ocho los papas que han escrito para su tiempo, acerca de los acontecimientos y cambios sociales por los que pasó la humanidad desde fines del siglo XIX. Esto es, empezando por León XIII con Rerum Novarum en 1891, hasta Francisco con la aplaudida Laudato si’ en 2015; aunque ya el papa Pío IX en 1864 condenaba el socialismo y el liberalismo económico con su encíclica Quanta Cura.
Voces permanentes
El CDSI, que fue desarrollado por el entonces Pontificio Consejo Justicia y Paz, tiene doce capítulos conformados por diversas definiciones, las cuales son muy utilizadas en escritos, lecciones y homilías, sea dentro como fuera de la Iglesia; sin embargo, ¿cuánto han calado estas en el estilo de vida de los cristianos, especialmente, en quienes tienen a cargo las decisiones a favor de las personas?
El documento nos introduce a conceptos básicos para una sana convivencia y la construcción de la ansiada “civilización del amor”, de la que nos hablaba el santo papa Pablo VI.
Hay por lo tanto ideas fijas y claras, que van desde el aborto, hasta lo participativa y alternada que debe ser la democracia. Asimismo, interpela sobre el escándalo que conlleva el que algunos pasen hambre, sea por carestía o por un poder adquisitivo desigual.
Podemos sumar otras voces inamovibles como son el trato a los refugiados, el derecho a la tierra, el cuidado del medio ambiente y hasta la pena de muerte, que al haber sido declarada inaceptable por el papa Francisco meses atrás, demandará de todos modos una modificación en la esperada siguiente edición del CDSI, hoy a cargo del nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Entre lo breve y lo ausente
No era fácil que este documento, elaborado en la década de los noventa y publicado en los inicios del año 2000, pudiera contener en amplitud la definición de algunos términos, que hoy en día han pasado a ser ‘temas candentes’ para la humanidad.
Es por ello que podrían ser actualizados determinados conceptos allí incluidos, como son la abusiva contaminación ambiental, el discurso hedonista sobre la demografía, el flagelo cómplice del consumo de las drogas, o la instalación sustitutoria y progresiva del laicismo en nuestra sociedad.
También podrían ponerse al día los elementos referidos a la limosna (vista esta como parte de la solidaridad), los derechos inalienables a favor de la minusvalidez, los riesgos del nihilismo y su vacío desencantador.
Se espera también más energía acerca del derecho a la objeción de conciencia, el dolor y la segregación que trae el racismo, y lo precaria que es la vida para los sin techo, términos estos que aparecen tal cual en el CDSI.
Profeta de la enseñanza social católica
Hay que destacar la participación del venerable cardenal vietnamita François Văn Thuận, en la elaboración del CDSI durante su periodo como vicepresidente y luego presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, entre los años 1994 a 2002.
Si quiere sumarse a la celebración, conociendo y difundiendo el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, puede descargar una versión electrónica gratuita en Google Books. Allí también está a disposición la versión para jóvenes del CDSI, titulado “DoCat – ¿Qué hacer?”, con prólogo del papa Francisco.
JOSÉ ANTONIO VARELA VIDAL