El cardenal Osoro ha advertido, en el Congreso Mundial del Derecho de la World Jurist Association, que «la misma democracia corre peligro si no se asienta en la malla tupida del orden ético», incidiendo en la importancia que deben jugar las religiones que «no pueden quedar arrinconadas en las sacristías».
En una mesa sobre Democracia y religión moderada por el presidente de la Fundación Hispanojudía de España, David Hatchwell, y organizada por la Fundación Madrid Vivo, el arzobispo de Madrid ha recordado que «los creyentes tenemos por cierto que el otro cuanto más diverso a mí sea más se constituye en un regalo para mí y condición de posibilidad para experimentar al Totalmente Otro». Bien entendidas, ha abundado, las religiones «no son fuente de intolerancia e intransigencia sino que posibilitan la acogida cordial de la diferencia».
En este sentido, el purpurado ha detallado que el mundo pide «respuestas» en varios temas que son «sagrados para las religiones» como el derecho a la vida y la dignidad con la que esta se vive, el hambre y la pobreza, la movilidad humana forzosa, la corrupción o la degradación moral.
«Si queremos sembrar esperanza» hay que afrontarlos con «humildad» y «sin alzar la voz», ha dicho ante el activista de derechos humanos palestino Bassem Eid; el marroquí sufí Nabil Baraka; el gran rabino de Buenos Aires, Isaac Sacca; la editora del Informe de Libertad Religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), Marcela Szymanski, y el ex fiscal general de Israel Elyakim Rubinstein (de izquierda a derecha en la foto de cabecera).
Rubinstein ha subrayado que «la religión debe ser herramienta de tolerancia, de paz» y así ha pedido que, «en un mundo diferente al de hace 20 años», esta idea de tolerancia sea perseguida por «líderes seculares y religiosos» y se traduzca también en educación.
Por su parte, Eid se ha mostrado especialmente duro con el hecho de que, al haber una lectura diferente del islam entre países, imanes y casi entre cada musulmán, muchas veces estos siguen sus «propios intereses» e intentan «politizar la religión».
En esta línea, Baraka ha defendido que, tal y como entienden los sufíes como él, «el islam, como todas las religiones, es amor», frente al extremismo de otros. «Es interesante que los países occidentales sepan qué islam tienen en sus mezquitas. La democracia es educación, la democracia es defender el Estado de Derecho civil, pero también espiritual», ha añadido antes de reivindicar valores como la tolerancia, el amor, la apertura o el entendimiento.
Szymanski, que ejerce de jefa de la Oficina de la UE y Defensa de ACN Internacional, ha pedido estar «alerta» porque «no se pierden todos los derechos de un golpe», sino que se van perdiendo «poco a poco», como se ve en Nepal o la India. «Todos los seres humanos somos iguales en dignidad y diferentes en identidad. Nadie de nosotros es superior al otro. Si no hablamos de igualdad, no hablamos de derechos, hablamos de concesiones del que se considera superior al que no lo es», ha aseverado.
Por último, Sacca ha reivindicado la idea judía de que «lo que a ti no te gusta que te hagan, no lo hagas a los demás» y, con el ejemplo de Argentina, donde hay gente de muchas procedencias y credos, ha explicado que «la convivencia aniquila prejucios». Así, ha revelado que tenía «contacto fluido» con el Papa Francisco cuando era arzobispo de Buenos Aires: «en Argentina “teníamos un plan”: “Rabino, me voy a Roma, renunció el Papa. Cuando vuelva, seguimos charlando”. Estábamos tratando de exportar la cultura de la tolerancia y de la convivencia de los argentinos».
Ya por la tarde, buena parte de los
participantes en el congreso se han reunido en la sala capitular de la catedral
de Santa María la Real de la Almudena para compartir una oración por la paz.
Bajo los mosaicos del jesuita esloveno Marko Ivan Rupnik, que «hablan del amor
de Dios», el cardenal Osoro ha destacado que «el título más grande que tenemos
todos es el ser hijos de Dios y, por tanto, hermanos entre nosotros».
«Danos, Señor, la paz, haznos conscturctores de la paz. […] Ilumínanos para que hagamos leyes justas, para que nadie sea excluido o marginado en nuestra sociedad», ha aseverado en alusión al encuentro de juristas.
Infomadrid/R. Pinedo
(Fotos: José Luis Bonaño)