La Religión se evaluará, pero no computará ni para becas ni para el acceso a la universidad. La asignatura de Valores Cívicos pretende formar a las futuras generaciones «en la igualdad, la prevención de la violencia o el compromiso con la sostenibilidad»
La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, afirmó este miércoles que el Gobierno se limitará a «modificar los aspectos más controvertidos» de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), aprobada en 2013 por el Partido Popular, sin derogarla por completo, a pesar de que el borrador de la reforma que prepara su Ministerio contiene una disposición donde se señala la derogación de la también conocida como Ley Wert.
«Nos limitamos a modificar los aspectos más controvertidos que la LOMCE incorporó en la LOE –Ley Orgánica de Educación, aprobada en 2006 durante el primer gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero– sin perjuicio de que se hable, desde una perspectiva jurídica, de la derogación completa de la LOMCE», explicó en la Comisión de Educación y Formación Profesional del Congreso.
La comparecencia de Celaá fue solicitada por el Partido Popular, Unidos Podemos y Ciudadanos para que la ministra explicara su anteproyecto para modificar la LOMCE, un articulado elaborado «en tiempo récord», según Celaá, impulsado por la «urgencia» de llevar a cabo una reforma en el sistema educativo, añadió.
Según Celaá, la derogación completa de la LOMCE «no resolvería los problemas» porque fue una ley que no sustituyó a la LOE, sino que aplicó cambios en su texto que «habrían permanecido» provocando «una situación jurídica nada deseable», por lo que su Ministerio plantea una «nueva redacción de la LOE». «Abrimos ahora un tiempo para la aportación y el diálogo», dijo Celaá.
La ministra apuntó en su tercera comparecencia en la Comisión de Educación el contenido del anteproyecto de la nueva ley educativa que prepara el Gobierno, como la eliminación de los itinerarios en la ESO o la «disminución de los índices de repetición», que incluye la medida de permitir a los alumnos titular Bachillerato con una asignatura suspensa, algo que Celaá asegura que ya se produce «de facto sin haber provocado polémica alguna».
Celaá también defendió que la asignatura de Religión deje de computar para la nota media como una medida que «se atiene estrictamente a los acuerdos firmados con la Santa Sede». La titular de Educación considera que permitir que la nota de Religión se tenga en cuenta para la obtención de una beca o para la prueba de acceso a la universidad «no sería justo para quienes no quieren cursar esa materia».
Del mismo modo, la ministra justificó la creación de la asignatura de Valores Cívicos y Éticos que contempla su reforma, que se impartirá durante un curso de Primaria y otra de Secundaria, y responde, según Celaá, a «una demanda clamorosa de la sociedad» para «formar a las futuras generaciones en la igualdad, la prevención de la violencia o el compromiso con la sostenibilidad», entre otros valores.
Alfa y Omega/EP
(Foto: EFE/J. J. Guillen)