En el mundo existen 262 millones de menores que no acuden al colegio, una lacra que afecta especialmente a las niñas.
Ante el Día Internacional de la Infancia, que se celebra el martes 20 de noviembre, la ONG Entreculturas se centra en el ámbito de la educación y denuncia que uno de cada cinco niños en el mundo está sin escolarizar, lo que en términos globales supone que hay 262 millones de menores, la gran mayoría de ellos en el áfrica Subsahariana, que no acuden al colegio.
Esta lacra afecta especialmente a las niñas. «Por cada 100 niños en edad de asistir a la escuela primaria, a 121 niñas se les niega el derecho a la educación», denuncia la ONG de la Compañía de Jesús.
«A pesar de los avances en el cumplimiento de los derechos de la infancia y de los esfuerzos de los países para lograr la educación primaria y secundaria universal para 2030», estos datos revelan que «el mundo sigue tiene grandes retos para el cumplimiento del derecho a la educación».
Por otro lado, en Entreculturas creen «firmemente que la educación es la herramienta más poderosa para combatir la desigualdad. Es un derecho humano que, a su vez, sirve de llave para acceder al resto de derechos fundamentales y, sobre todo, para proteger la dignidad y la justicia». Por este motivo, desde la ONG se insta a la comunidad internacional «garantizar que estos millones de niños y niñas tengan acceso al derecho a la educación».
Desprotección en España
En lo que respecta a España, la infancia es uno de los colectivos más desprotegidos en nuestra sociedad. Según el avance de datos de la última encuesta FOESSA, hecho público por Cáritas Española en octubre pasado, «el 23% de los menores de edad en nuestro país se encuentran en situación de exclusión social, lo cual implica que casi una cuarta parte de nuestra infancia está desarrollándose en un contexto de carencia o necesidad».
«Esta situación nos habla de la falta de garantía de la efectividad de los derechos humanos y de la insuficiente dedicación de las políticas sociales dirigidas a la infancia en particular y a la familia en general. Ello genera situaciones de pobreza de niños, niñas y familias que se alargan en el tiempo, y que en ocasiones continúan incluso cuando los niños y niñas crecen y constituyen su propio hogar», explica Carmen García Cuesta, experta del Programa de Infancia, Adolescencia y Familia de Cáritas Española.
Alfa y Omega
(Foto: EFE/Atef Safadi)