«Asia ya no está en prisión». «Está en un avión, pero nadie sabe dónde va a aterrizar», ha confirmado el abogado de la mujer, Saiful Malook
La cristiana Asia Bibi fue liberada de la prisión en la que estaba encarcelada, una semana después de que el Tribunal Supremo de Pakistán la absolviese del delito de blasfemia por el que fue condenada a la pena de muerte.
«Asia ya no está en prisión», dijo a Efe el abogado de la mujer, Saiful Malook. El letrado indicó que Bibi «está en un avión, pero nadie sabe dónde va a aterrizar».
También la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada ha confirmado la liberación de la mujer. Los responsables de su sede central en Alemania han recibido esta información directamente de fuentes de la Iglesia local.
La liberación de Asia Bibi y su inmediato traslado en avión recuerda al caso de Rimsha Masih. Esta adolescente con discapacidad intelectual, acusada de quemar unas hojas del Corán en 2012, tuvo que dejar la cárcel en helicóptero después de ser puesta en libertad bajo fianza. «Cuando salió de la cárcel había 10.000 personas manifestándose –ha explicado a Alfa y Omega Paul Bhatti, entonces ministro para las Minorías, que siguió de cerca el caso–. Era muy arriesgado, así que pedí al Gobierno que la llevara en helicóptero a mi casa», desde donde se arregló el viaje de toda su familia a Canadá.
Horas antes, el ministro de Información del Gobierno de la provincia del Punjab, Fayaz Ul Hassan Chauhan, había asegurado a Efe que la cristiana continuaba en prisión «por su seguridad».
A pesar del pacto del Gobierno con los islamistas
El Supremo absolvió a Asia el pasado 31 de octubre de la condena a muerte, impuesta en primera instancia en 2010 y ratificada cuatro años más tarde por el Tribunal Superior de Lahore (este del país), y ordenó su liberación.
Casi inmediatamente estallaron en todo el país protestas islamistas organizadas por el partido Tehreek-e-Labbaik Pakistán (TLP), que prácticamente paralizaron Pakistán durante tres días.
El 2 de noviembre el Gobierno del primer ministro paquistaní, Imran Khan, llegó a un acuerdo con el TLP en el que se comprometió a dejar paso libre para que los islamistas solicitasen ante la Justicia la prohibición de salida del país de Asia Bibi mientras el Supremo estudia un recurso contra su absolución.
Mientras tanto, la familia de la cristiana ha pedido ayuda en dos vídeos al Reino Unido, Canadá, Estados Unidos e Italia para que les den asilo por motivos de seguridad.
Tras varios días de silencio por parte de la comunidad internacional, el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, afirmó ayer que ayudarían a Asia a abandonar Pakistán con la ayuda de otros países europeos.
El abogado de la cristiana salió de Pakistán durante el fin de semana y en una rueda de prensa en La Haya alertó sobre «las amenazas a la vida» de su defendida y explicó que huyó a Holanda porque se convirtió en el «objetivo principal» de los islamistas radicales en el país.
La dura ley antiblasfemia paquistaní fue establecida en la época colonial británica para evitar choques religiosos, pero en la década de 1980 varias reformas auspiciadas por el entonces dictador, Mohamed Zia-ul-Haq, favorecieron los abusos de esta norma.
EFE
(Foto: AFP/John Thys)