Limitar el acceso de la pornografía a los menores –y regular el de los adultos–, y empoderar a los padres en la educación afectivo sexual de sus hijos: son algunas de las medidas que propone el Partido Popular en una proposición no de ley presentada recientemente en el Congreso
El grupo parlamentario Popular en el Congreso ha presentado una proposición no de ley sobre el impulso de una correcta formación afectivo sexual de los jóvenes, para «combatir la hipersexualización en la infancia», porque «la pornografía está al alcance de los menores con una intensidad y una escala que nunca antes se había vivido». Para ello han utilizado en su exposición de motivos el Barómetro que el observatorio The Family Watch ha ido publicando en los últimos años, cuando señala la preocupación de las familias españolas por este tema.
En su proposición, firmada por Dolors Monserrat, portavoz del grupo en el Congreso, el PP insta al Gobierno a colaborar con las Comunidades Autónomas y las entidades de la sociedad civil para impulsar la formación afectivo sexual de padres y educadores «con el fin de que puedan trasladar adecuadamente los conocimientos adquiridos a los menores a su cargo», al mismo tiempo que propone «campañas de sensibilización» que adviertan a los jóvenes sobre «un uso inadecuado de las nuevas tecnologías para el consumo de contenidos sexuales».
La proposición también demanda actuaciones que delimiten el acceso a webs de contenido sexual a menores de edad, e incluso pide regular el acceso para adultos obligando a las webs a poner filtros para que el acceso sea solo posible a aquellas personas que lo solicitan expresamente.
La responsabilidad de los padres
El texto presentado por el PP en el Congreso alude a los datos ofrecidos por The Family Watch en su estudio Menores y contenidos sexuales en Internet, en el que destaca que el 75,4 % de las familias españolas están preocupadas por la gestión que los menores de edad hacen de los contenidos sexuales en la red, y que el 90 % de padres y docentes opina que el acceso de los menores a este tipo de contenidos debe ser regulado.
En respuesta a Alfa y Omega, la directora de The Famliy Watch, María José Olesti, explica que «vivimos un momento en el que existe un exceso de información, donde el erotismo y los falsos amores se confunden con la sexualidad y el amor», y que «los jóvenes están, cada vez en edades mas tempranas, expuestos a unas manifestaciones agresivas, y en muchos casos incomprensibles para ellos, sobre los temas de la sexualidad».
Además, «el tema del sexo está en la calle y entra en los hogares, en las familias, a través de los medios de comunicación, de internet, de las pantallas que con gran frecuencia emplean un lenguaje y unas imágenes destinadas únicamente a estimular los instintos, banalizando la sexualidad humana».
Para la directora de The Family Watch, «necesitamos que la educación afectivo sexual que transmitimos a nuestros jóvenes sea una educación para el amor», en una formación que «debe ser gradual y tener un proceso de aprendizaje adaptado a cada etapa de los hijos», en el que «los padres sean los principales educadores y primeros responsables en la educación afectivo sexual de sus hijos».
Sobre la cada vez mayor implicación de los partidos políticos en la elaboración de medidas familiares, Olesti afirma que, «sobre todo a raíz de la crisis, los partidos se han ido concienciando sobre la necesidad de apostar por políticas de apoyo a las familias», aunque «todavía queda mucho camino por recorrer».
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
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