Jesús nos llama a superar las categorías de «amigo/enemigo», «nosotros/ellos», para «abrir nuestro corazón para poder reconocer su presencia y la acción de Dios incluso en ambientes insólitos e impredecibles y en personas que no forman parte de nuestro círculo», dice Francisco durante el rezo del Ángelus
El Papa Francisco ha expresado este domingo (30 de septiembre) su cercanía a las poblaciones de la Isla de Célebes en Indonesia, afectada por un fuerte maremoto. Hasta ahora hay más de 830 víctimas mortales confirmadas, pero se teme que la cifra se pueda disparar a varios miles.
«Rezo por los difuntos, desgraciadamente numerosos, por los heridos y por los que han perdido la casa y el trabajo. Que el Señor los consuele y apoye los esfuerzos de aquellos que están comprometidos en llevar socorro. Recemos juntos por nuestros hermanos de la Isla de Célebes», dijo Francisco durante el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro.
Previamente, al comentar el pasaje evangélico de este domingo, el Papa explicó que Jesús nos llama a superar las categorías de «amigo/enemigo», «nosotros/ellos», «quien está dentro/ quien está fuera», y nos pide «abrir nuestro corazón para poder reconocer su presencia y la acción de Dios incluso en ambientes insólitos e impredecibles y en personas que no forman parte de nuestro círculo».
Juan y varios discípulos habían visto que un hombre, que no formaba parte de su grupo, echaba a los demonios en nombre de Jesús, y por eso querían prohibírselo, pero el Maaestro les reprende, ya que «el que no está contra nosotros, está con nosotros».
En esto manifiestan una actitud de cerrazón. En cambio Jesús muestra una actitud muy libre, abierta plenamente a la libertad del Espíritu de Dios, que limita su acción a «algún confín o recinto». «Jesús quiere educar a sus discípulos, también a nosotros hoy, a esta libertad interior», añadió el Pontífice.
Esa actitud, advirtió Francisco, es «humana», y «muy común». Responde incluso a actuaciones de «buena fe», puesto que, «con celo, se quisiera proteger la autenticidad de una cierta experiencia, tutelando al fundador o al líder de los falsos imitadores».
Pero en el fondo revela un temor a «la competencia», a que «alguno pueda sustraer nuevos seguidores», y de ese modo impide «apreciar el bien que los otros hacen». «No está bien porque “no es de los nuestros”», se dice». Y esto «es una forma de auto referencialidad, es más: aquí está la raíz del proselitismo», advirtió Francisco. «Y la Iglesia, como decía el Papa Benedicto, no crece por proselitismo, crece por atracción, es decir, crece por el testimonio a los demás con la fuerza del Espíritu Santo».
Un nuevo beato ejemplo de humildad
Tras el rezo del Ángelus, el Papa aludió a la beatificación en Marsella de Juan Bautista Fouque, un sacerdote que jamás llegó a párroco y fue un ejemplo de humildad. «¡Bello ejemplo para los trepadores!», destacó Francisco.
Juan Baustista Fouque vivió entre el siglo XIX y el XX, y promovió numerosas obras asistenciales y sociales en favor de jóvenes, ancianos, pobres y enfermos, destacó Francisco. «Que el ejemplo y la intercesión de este apóstol de la caridad nos sostengan en nuestro compromiso de acoger y compartir con las personas más débiles y desfavorecidas», dijo.