Para muchos padres dar el paso de llevar a sus hijos a una escuela infantil es algo muy difícil. Sobre todo, para aquellos padres que por temas laborales deben optar por esta opción, teniéndola como única, cuando los niños todavía son muy bebés.
Sin duda, uno de los mayores miedos al dar este paso viene a raíz de cuestionarnos si nuestros hijos, siendo tan pequeños, estarán bien o preparados para convivir en una aula con otros bebés y quedarse en manos de personas que no conocen. Lo que nos olvidamos, en prácticamente todos los casos, es que quienes ponemos dificultades donde no las hay somos los adultos y que, casi al 100%, somos nosotros quienes estamos menos preparados que ellos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que en una escuela infantil las personas que van a cuidar de nuestros hijos son personas altamente capacitadas y especializadas para ello que no harán más que aportarles beneficios en su desarrollo. Por otro lado, las clases se forman en grupos reducidos donde cada bebé tiene el cuidado y atención más que asegurados.
Si nos paramos a analizar datos estadísticos, resulta muy curioso pensar que, aunque en nuestro país la educación infantil es voluntaria hasta los seis años, contamos con un 94,9% de tasa neta de escolarización a los 3 años, estando por detrás de países como Francia (99,5%), Bélgica (97,8%) o Dinamarca (97,0%), lo que sitúa a España entre los países con mayor participación de alumnos en esta etapa según un informe del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Ahora bien, ¿realmente todos los padres son conscientes de los beneficios que esta parte educativa tiene en la vida personal y académica de sus hijos o lo hacen por “obligación”?
Por eso, es muy importante aclarar algunos de los puntos que ayudarán a entender a aquellos padres que todavía dudan de ello cuáles son los beneficios que una escuela Infantil supondrá en la vida de los niños, incluso cuando son bebés de tan solo unos meses:
- Los primeros años de vida son los más importantes para el desarrollo psicológico y social de los niños y en las escuelas infantiles, los alumnos están en manos de profesionales que les enseñan y orientan en el aprendizaje de nuevas habilidades, del mismo modo que trabajan para estimular el desarrollo del pensamiento.
- Gracias a los espacios que crean con niños de la misma edad, estos pueden interaccionar entre ellos, estimulando la comunicación verbal a través de las diferentes actividades grupales. Esto va a favorecer el desarrollo del lenguaje, ya que amplían considerablemente el vocabulario del niño. Como consecuencia, fortalece los vínculos afectivos con las personas y estimulan la empatía del niño.
- Enseña al niño las normas básicas de convivencia y de respeto hacia los demás, así como las reglas y los límites que debe cumplir. Aprenden a socializarse y como consecuencia prevé la desigualdad social.
- Sirven de apoyo para los niños en su futura escolarización. El niño que acuda desde pequeño a la escuela, lo tendrá mucho más fácil a la hora de adaptarse a su futuro escolar, ya que previamente habrá trabajado este periodo, respecto a los alumnos que no cursen la etapa voluntaria de Educación Infantil. Lo que va a suponer una notable mejora en el rendimiento académico del niño.
- Estimula el autocontrol emocional y el comportamiento en la resolución de las diferentes situaciones o conflictos.
- Fortalece la autoestima y la confianza del niño, a medida que se vuelve más independiente y adquiere nuevos conocimientos. En estos centros, el menor está constantemente desarrollando su creatividad e imaginación.
- Y por último, y no menos importante, es un elemento de apoyo para los padres que tienen que conciliar tanto la vida laboral como la familiar de una manera más cómoda y fácil.
Sin duda, la etapa de la Escuela Infantil (de los 0 a los 6 años) es muy importante en el desarrollo vital de cualquier persona y, lejos de miedos en cuanto a separarnos de nuestros hijos o creer que son demasiados pequeños como para empezar este periodo, esto no hará más que beneficiarle de cara a cualquier aspecto de su vida.
Emma Pérez
Directora del Colegio Europeo de Madrid y la Escuela Infantil Europea