(ZENIT).- Según se comenta en un reciente artículo, un equipo de investigadores ha conseguido producir espermatozoides funcionales humanos, como se sabe las células precursoras de los espermatozoides, a partir de espermatógenias humanas, las células testiculares precursoras de los espermatozoides. Las espermatógenias fueron aisladas e identificadas fenotípicamente para garantizar su especificad celular.
Los espermatozoides generados a partir de las espermatógenias humanos fueron capaces de fertilizar ovocitos de ratón, que tras el correspondiente desarrollo fueron capaces de producir los correspondientes híbridos.
Desde un punto de vista bioético, la primera dificultad que se detecta es la creación de híbridos de humano y ratón viable, algo éticamente muy cuestionable, aunque este tipo de hibridaciones son frecuentes en experiencias científicas similares a lo que en este artículo se comenta, pero sin que ello las justifique éticamente.
Al margen de ello se pueden apuntar los siguientes comentarios bioéticos:
- Las células espermáticas se han generado a partir de espermatogonias humanas. Esto, en principio, no presenta ninguna dificultad bioética, pues las espermatogonias son células adultas, que pueden ser obtenidas por punción testicular.
- En el trabajo se confirma que las células espermáticas generadas fueron capaces de fertilizar ovocito de ratones y a partir de ellos que nacieran embriones híbridos de ratones. Ello confirma la capacidad funcional de las células producidas.
- Como afirman los autores, este estudio aporta datos valiosos para la posible utilidad de esta técnica en humanos y consecuentemente para prevenir algún tipo de infertilidad masculina.
- De todas formas, las células de las cuales se han creado las células espermáticas son, en principio, células normales, ya que se han extraído de testículos de hombres con una azoospermia obstructiva, es decir, la infecundidad no estaría unida a un mal funcionamiento de las células espermáticas del paciente, sino a una obstrucción posterior a la génesis de las mismas.
- Es, por tanto, que a nuestro juicio esta técnica únicamente sería útil para este tipo de infertilidad masculina, “la azoospermia obstructiva”.
- De todas formas, desde un punto de vista bioético, hay que tener en cuenta, que, aunque la obtención de células espermáticas a partir de espermatogonias testiculares no ofrece, a nuestro juicio, como ya hemos comentado, dificultad bioética objetiva, sí que en cambio lo es que para utilizar las células producidas con la finalidad de conseguir un embarazo habría que utilizar la reproducción asistida, con las dificultades bioéticas que esta presenta.
Observatorio de Bioética
Universidad Católica de Valencia