El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, participó el lunes 16 en el programa MAD20 de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), un encuentro entre la patronal y personalidades relevantes de la economía y la sociedad regional.
En cardenal Osoro solicitó a los empresarios madrileños ayuda para construir la «cultura del encuentro», que «está basada en la paz y la reconciliación y es «hermana de la cultura del diálogo». Los desencuentros y los descartes, dijo, «son evidentes», así como «el no contar con todos, el echarnos en cara las cosas es evidente…». Sin embargo, «así no se saca nada, se saca cuando nos encontramos».
En esta línea, recordó en que «hay guerras y desencuentros en todas las partes del mundo», pero «tiene que haber una reacción, y la reacción la suelen hacer los grandes hombres y mujeres que arriesgan algo de su vida concreta para que otros puedan vivir también». Y eso, señaló, «son ustedes».
Porque hoy, prosiguió el cardenal Osoro, «otro mundo es posible» y para lograrlo «es necesario cambiar de forma de pensar, de vivir y de hacer las cosas». «Esto hay que hacerlo saliendo al mundo, con el riesgo que tienen ustedes», añadió, refiriéndose a los empresarios, a los que invitó a hacer una «salida misionera» para aterrizar «en las situaciones reales de las personas».
El arzobispo sostuvo, además, que el objetivo de cualquier ser humano «no debe ser el éxito personal ni el beneficio material», sino «el compromiso por la verdad y la justicia, por construir fraternidad y por lograr las condiciones de paz y respeto para todos».
Libertad religiosa y de educación
El presidente de CEIM, Juan Pablo Lázaro, incidió en el «papel importantísimo» de la Iglesia católica en la sociedad, agradeciendo la presencia del arzobispo de Madrid en el foro MAD20, previo al Comité Ejecutivo de los empresarios madrileños. «Somos partidarios de generar riqueza, empleo y que se redistribuya», declaró Lázaro.
Tras la charla, los asistentes compartieron un diálogo con los empresarios, en el que el cardenal Osoro apuntó que «la expresión máxima de la libertad es la libertad religiosa, por un lado, y la libertad de educación, por otro». La educación «no hace prosélitos», sino que «hace hombres y mujeres libres», y «esto es esencial para que prospere el país», reveló.
Antes de concluir el acto, confesó que la Iglesia «necesita empresarios que defiendan valores propios del cristianismo»; para sostener, finalmente, que la riqueza «no es una cosa mala», siempre y cuando «no genere egoísmo».
Infomadrid/CEIM/EFE
(Foto: CEIM)