Alrededor de 51 billones de partículas de microplástico circulan por los mares y los océanos de la Tierra, lo que supone una cantidad 500 veces superior a las estrellas que hay en la Vía Láctea. El secretario general de la ONU, António Guterres, señala en un mensaje con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que «si se mantiene la tendencia actual, en 2050 nuestros océanos tendrán más plástico que peces»
El pasado mes de mayo una cría de foca arpa de menos de un año fue hallada muerta en la isla escocesa de Skye. Durante la autopsia del animal, cuya raza es difícil de encontrar en la zona, hallaron en su estómago un envoltorio plástico de seis centímetros cuadrados, el cual, según recoge la revista National Geographic, «bloqueó el esfínter pilórico del animal, la parte del estómago que desemboca en los intestinos, evitando que el estómago del animal se vaciara», según explicó el médico responsable de investigar la muerte. Además, añade el reportaje, «seguramente el plástico dañó el tejido del estómago, permitiendo a las bacterias del intestino fluir hacia el riego sanguíneo. Pero no fue el plástico lo que mató a la pequeña foca, pues ya estaba previamente enferma y llevaba días sin comer ni beber. Sin embargo, es posible que acelerara el proceso».
El Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra este 5 de junio, busca sumar esfuerzos en la lucha contra la contaminación por plásticos, con especial atención a los materiales que ONU Medio Ambiente califica como «plástico descartable»: desde las bolsas de un solo uso hasta la botellas de plásticos no reutilizables, pasando por los cubiertos, platos, vasos, maquinillas de afeitar, bastoncitos de plástico y muchos otros utensilios, que se convierten en residuos poco después de cumplir su función original.
Plásticos desechados en tal cantidad que no solo podrían rodear la tierra cuatro veces, sino que tardan en desintegrarse 1.000 años. Pero no solo es una cuestión de degradación a largo plazo, sino que causan, a día de hoy, un enorme sufrimiento a la fauna y a la flora del planeta. «Ya son un lugar común el albatros muerto con el estómago a reventar de basura, la tortuga atrapada en los aros que unían un pack de seis latas de refresco o la foca enganchada en una red de pesca abandonada», afirma National Geographic.
« Algunos peces –como las anchoas– ingieren plásticos porque les huelen a comida en cuanto se cubren de algas. Las aves marinas vuelan cada vez más lejos en busca de comida de verdad, pero de vuelta traen residuos plásticos con los que alimentan a sus pollos». Las características que hacen del plástico un material útil para los humanos –su durabilidad y ligereza– multiplican el peligro que supone para la fauna.
500 veces más que las estrellas
Alrededor de 51 billones de partículas de microplástico circulan actualmente por los mares y los océanos de la Tierra, lo que supone una cantidad 500 veces superior a las estrellas que hay en la Vía Láctea. El secretario general de la ONU, António Guterres, señala en un mensaje con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que tal cantidad de residuos «amenazan la vida marina y humana y destruyen los ecosistemas naturales». De las islas más remotas al Ártico, señala Guterres, «no queda ningún lugar intacto. Si se mantiene la tendencia actual, en 2050 nuestros océanos tendrán más plástico que peces».
El mensaje de la ONU para este día es sencillo: «Rechaza el plástico descartable». Y subraya que las personas pueden cambiar sus hábitos cotidianos para reducir la pesada carga de la contaminación de los plásticos en nuestra naturaleza, en nuestra vida silvestre y sobre nuestra propia salud». Según la organización, cada año se usan 500.000 millones de bolsas plásticas en el mundo, en la última década se produjo más plástico que en todo el siglo pasado, el 50 % del plástico es de un solo uso, y se compran un millón de botellas de plástico cada minuto.
Fin de las bolsas gratis
En España, los comerciantes empezarán a cobrar a los consumidores entre 5 y 15 céntimos por cada bolsa de plástico, pero será a partir del próximo 1 de julio cuando obligatoriamente dejarán de ser gratuitas, salvo las que son muy ligeras o las gruesas que contengan al menos un 70 % de plástico reciclado. Además, a partir del 1 de enero de 2020 quedará prohibida la entrega de bolsas de plástico fragmentables por contener aditivos y causar un mayor impacto ambiental, y todas las bolsas gruesas deberán contener al menos un 50 % de plástico reciclado.
Desde 2021 no se permitirá la circulación las bolsas de plástico ligeras o muy ligeras que no sean compostables, de manera que entonces sólo circularán las bolsas compostables y las biodegradables.
Por otro lado, la Comisión Europea presentó la semana pasada una propuesta de directiva para reducir los diez productos de plástico de un solo uso que se encuentran con más frecuencia en las playas y los mares de Europa, y pretende prohibir la venta de bastoncillos de algodón y cubiertos, platos y pajitas de plástico, que tendrán que ser fabricados exclusivamente con materiales sostenibles.
Además, los envases para bebidas de plástico solo estarán permitidos si el diseño permite que las tapas y tapones siguen adheridos al resto del producto. Bruselas también plantea obligar a los Estados miembros a recolectar el 90 % de las bebidas de plástico.
C. S. A.
(Foto: EFE/Rajat Gupta)