Brote en la República Democrática del Congo.
La vacunación se administrará utilizando un enfoque de ‘anillo’, identificando a los pacientes con Ébola y localizando a las personas con las que han estado en contacto.
Médicos Sin Fronteras (MSF) y Epicentre, su centro de investigación epidemiológica, comenzaron a vacunar esta semana en Bikoro a los trabajadores que se enfrentan en primera línea al virus del Ébola. Los equipos de la organización han estado trabajando durante las últimas semanas con el Ministerio de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en este enclave perteneciente a la provincia de Ecuador, en la República Democrática del Congo. Esta vacuna experimental también será ofrecida a las personas que han estado en contacto con los pacientes.
La vacuna experimental contra el Ébola (rVSVDG-ZEBOV-GP) se está utilizando como parte de la estrategia general para controlar el brote de esta enfermedad en la RDC. Esta vacuna se encuentra aún en fase de investigación y todavía no ha sido homologada, por lo que se está implementando a través de un protocolo de estudio, que ha sido aceptado por las autoridades nacionales y la Junta de Revisión Ética en Kinshasa, así como por la junta de revisión ética de MSF. El protocolo define a quién, cuándo y cómo debe administrarse la vacuna.
Los participantes reciben información sobre la vacuna antes de dar su consentimiento, y su evolución será monitoreada cuidadosamente durante un período de tiempo. La participación es voluntaria y la vacunación es gratuita.
Una vacunación en ‘anillo’
La vacunación se administrará utilizando un enfoque de ‘anillo’. Esto implica identificar a los pacientes con Ébola recién diagnosticados y confirmados por laboratorio y localizar a las personas con las que han estado en contacto. Estas personas y sus contactos, a menudo miembros de la familia, vecinos, compañeros y amigos del paciente, constituirán el anillo. A los trabajadores sanitarios del área afectada también se les ofrecerá la posibilidad de vacunación, ya que están en mayor riesgo de exposición al virus y, por consiguiente, de desarrollar la enfermedad.
Al vacunar a las personas que están en este anillo se crea una zona de amortiguación, o anillo de protección, que ayuda a evitar la propagación de la infección.
En colaboración con el Ministerio de Salud, la OMS y otras agencias, MSF y su rama de investigación epidemiológica Epicentre participaron en ensayos de vacunas en Conakry, capital de Guinea, al final del brote de Ébola en África occidental de 2014-2015.
«Los positivos resultados de aquellos ensayos nos permiten confiar en que la decisión de usar la vacuna en el brote actual es la correcta, aunque seguiremos muy de cerca todo el proceso, puesto que esta vacuna no ha sido todavía aprobada. Los resultados del ensayo sugieren que la vacuna supondrá un beneficio real para las personas con alto riesgo de contraer el Ébola y que las protegerá de la infección. Sin embargo, la vacunación sigue siendo solo una herramienta adicional en la lucha contra la enfermedad. Identificar pacientes y contactos es el primer paso», afirma Micaela Serafini, directora médica de MSF en Ginebra.
Las personas que son vacunadas continuarán siguiendo los mismos protocolos de control de infecciones que antes de recibir la vacuna y, en el caso de los trabajadores sanitarios que se enfrentan al Ébola, todos ellos seguirán usando equipos de protección. Los seis pilares principales que deben tenerse en cuenta en una intervención de Ébola deben continuar llevándose a cabo para detener la propagación del virus:
- Proporcionar atención médica y psicológica y proceder al aislamiento de las personas que están enfermas.
- Efectuar una búsqueda activa de pacientes en las comunidades.
- Identificar y realizar un seguimiento de contactos de los pacientes infectados.
- Informar a las personas sobre la enfermedad, cómo prevenirla y dónde buscar atención médica.
- Prestar apoyo a los servicios médicos existentes.
- Conseguir que las costumbres culturales se adapten temporalmente a las necesidades que marca una epidemia de Ébola, como por ejemplo en los casos de los ritos funerarios.
Equipos de MSF sobre el terreno
El brote actual se declaró el pasado 8 de mayo en la región de Ecuador, en el noroeste del país. A fechas del 28 de mayo y según los datos del Ministerio de Salud del país, se han confirmado 35 casos y 12 fallecimientos.
Los equipos de MSF están trabajando en cuatro puntos diferentes para atender a los pacientes y ayudar a detener la epidemia. En las áreas de Mbandaka y Bikoro han establecido dos Centros de Tratamiento del Ébola (CTE) que cuentan con 12 y 20 camas respectivamente. Los equipos también están haciendo rastreo de las personas que han estado en contacto directo o indirecto con casos confirmados de Ébola. En paralelo, intentan sensibilizar a las comunidades para limitar la exposición y fomentar prácticas seguras de entierro.
También hay equipos de MSF trabajando en las áreas remotas de Itipo e Iboko. En Itipo se MSF ha establecido un centro de tránsito con 10 camas, donde se aísla y se presta atención médica a las personas sospechosas de tener Ébola mientras esperan a recibir el diagnóstico de laboratorio. Si el análisis da positivo para el virus, estos pacientes son transferidos al CTE de Bikoro. En Iboko, se ha establecido un área de aislamiento en el centro de salud de la localidad y el equipo está construyendo un nuevo CTE.
Algunos de los profesionales más experimentados de MSF en la lucha contra el Ébola, incluyendo personal médico, expertos en control de infecciones y especialistas en logística, ya se encuentran sobre el terreno en la provincia de Ecuador