El presidente se compromete a trabajar con generosidad, coraje y franqueza y ofrece lealtad y colaboración institucional.
Considera positivo no separar la dimensión profesional de la humana en la actividad política.
Insiste en la importancia del respeto a la Constitución, las leyes, la tolerancia y la diversidad, “sin imposiciones ni proyectos rupturistas”.
El nuevo presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, ha tomado posesión de su cargo reivindicando la vocación política, como “actividad que permite transformar y mejorar la realidad, dando voz a los sentimientos y expectativas de los ciudadanos” y se ha comprometido a trabajar con lealtad y colaboración institucional el año que queda de legislatura, rindiendo cuenta de ello ante todos los madrileños.
Ángel Garrido ha asegurado que, como “presidente de todos los madrileños”, su comportamiento estará vinculado a la “generosidad, al coraje y a la franqueza” y ha mostrado su intención de no separar la dimensión humana de la profesional en el ejercicio de la política.
Además, el presidente de la Comunidad de Madrid ha insistido en la importancia del respeto a la Constitución y a las leyes, a la tolerancia y al reconocimiento de la diversidad “sin imposiciones ni proyectos rupturistas”, y ha mostrado el impulso que desde Madrid se puede dar a toda España, fortaleciéndola y apoyándola”. En este sentido ha enviado, “en nombre de todos los madrileños” este mensaje de “solidaridad y concordia”.
Garrido ha querido agradecer especialmente el apoyo de todos los que un día creyeron en él y le animaron a esforzarse y alcanzar nuevos objetivos o le invitaron a hacer las cosas bien y se ha detenido en su familia, amigos, entorno y, en especial, en sus hijos, a los que les debe el compromiso de continuar esforzándose “para estar a la atura de esa enseñanza”.
También ha tenido palabras para quienes confiaron en él en su carrera política, encargándole responsabilidades, lo que le ha permitido “acumular experiencia al servicio de los madrileños”, y se ha referido a sus compañeros del Consejo de Gobierno, a la expresidenta Cristina Cifuentes y a su equipo.
Al mismo tiempo, ha recordado a los vecinos de Madrid, organizaciones, asociaciones, responsables políticos, en definitiva personas con las que ha tratado y escuchado y que, como ha dicho, “son las que me han enseñado a conocer y a querer Madrid”.
Un punto de partida y nuevos retos
El presidente de la Comunidad de Madrid ha afirmado que a lo largo de la historia de la Comunidad de Madrid, con 35 años, se han conseguido servicios públicos de alta calidad en una sociedad diversa, rica, abierta y tolerante. Esta situación es “un punto de partida, porque el camino prosigue para hacer frente a los retos que van surgiendo”, ha indicado. Entre ellos, ha enumerado la necesidad de reducir y superar las consecuencias de la crisis económica, dotar de estabilidad y calidad al empleo que se crea y consolidar la sostenibilidad de los servicios públicos”.
Tras constatar que el programa político puesto en marcha hace tres años por el Gobierno de la Comunidad de Madrid responde a estos objetivos, ha destacado sus buenos resultados, pero también la necesidad de completar el trabajo. En este sentido, se ha comprometido a hacerlo “con la máxima dedicación y toda la eficacia de la que es capaz la Administración regional y sus trabajadores públicos”.
El presidente regional se ha comprometido, asimismo, a rendir cuentas de esta labor dentro de un año y a contar con todos los sectores de la sociedad madrileña para ello, “anteponiendo siempre el interés general de acuerdo con la vocación integradora de esta Comunidad”.
“Ofrezco colaboración y lealtad institucional a todos y, en especial, a las demás administraciones, los 179 municipios de la región, la Delegación del Gobierno, la Administración General del Estado y el resto de comunidades autónomas que integran España”, ha concluido.
Fotos: D. Sinova