En una entrevista en La Razón, el artista confiesa que ha recuperado la fe y que fue educado «en un falso catolicismo. Veía incoherencias como salir de Misa con el discurso del pobre y no hacer nada en la calle. Lo bueno es que con los años nos vamos rediseñando»
No hay duda de que en Melendi se ha producido un cambio. Lejos queda ya el joven cantante con rastas y tatuajes que no ocultaba su relación con las drogas y que incluso obligó a un avión a aterrizar después de una sonada borrachera.
La transformación ha sido física, pero también musical. Ahora se dedica al rumbatrón –acaba de publicar el disco Ahora– y reniega de su pasado cuando cantaba cosas como esta: Y es que tengo un problema/ voy de bar en peor/ si el problema es sin remedio/ yo aquí tengo gramo y medio/ compartamos el dolor.
«Las viejas canciones ya no me gustan. Muchas se me escapan de las manos. Ya no pienso de esa manera y cuando hablaba con vehemencia. No las respeto», explica recientemente el artista en una entrevista con el diario La Razón.
En su nueva etapa musical canta temas como El arrepentido, por lo que el periodista le pregunta si «¿el arrepentido es usted?». Melendi asiente y añade: «No es haberme comportado mal. Es vivir en la culpa o vivir en el futuro, estar huyendo del presente. Y te engañas a ti mismo. Cuando desaparece es un alivio».
Joaquina y la fe
A alejar sus fantasmas le ha ayudado una tal «Joaquina», a la que el artista le ha dedicado el disco. «En una mala época en la que estaba perdido me sucedían cosas que no entendía y busqué explicaciones y esta persona me dio herramientas para comprender al ser humano. Fue una suerte conocerla», asegura en La Razón.
De esta forma, Joaquina le ayudó a «recuperar la fe cristiana. Y eso me ha llevado a analizar mi vida en retrospectiva. Momentos de mi vida que me han dirigido hacia donde estoy. Y creo que cada uno debe coger lo mejor que hay».
«¿Fue educado en la religión?», le pregunta Ulises Fuente. «Sí, en un falso catolicismo. Veía incoherencias como salir de Misa con el discurso del pobre y no hacer nada en la calle. Lo bueno es que con los años nos vamos rediseñando», contesta Ramón Melendi.
«¿Por qué el cristianismo?», insiste el periodista. «Es creer en una persona y no como lo vende una religión sino como lo que era, alguien que veía más allá en los seres humanos. Jesucristo te decía «no juzgues» y eso mismo lo afirmaban Buda o Platón. Lo que pasa es que está todo muy enturbiado. Lo que no soporto es vivir con miedo».
J. C. de A
(Foto: Juan Carlos Soler)