El comunicado hecho público por la banda terrorista ETA, en el que reconoce el «daño causado» y pide perdón a las víctimas fue recibido con alegría en la sede de la Conferencia Episcopal, donde los obispos españoles remataban una semana de trabajos en Asamblea Plenaria. Alegría porque acaba así un «lastre para la historia de nuestro país», marcada por la sangre, el horror y la utilización de la violencia, dijo en rueda de prensa el portavoz, José María Gil Tamayo.
El también secretario general del Episcopado tuvo un recuerdo especial para las víctimas y sus familias y añadió que, aunque se agradece el perdón, todavía falta la reparación que lleva consigo. «Queda una gran tarea, que no termina con una declaración; queda el trabajo más difícil, más costoso y que lleva más tiempo y exige más generosidad, que es la reconciliación».
A nivel general, dijo que el fin de ETA es «una victoria de la democracia, del pueblo y de la sociedad española» y añadió que la ya mencionada reconciliación contribuya «a evitar que se puedan evitar en un futuro caminos de violencia para defender ideas».
Asamblea Plenaria
Al margen de la manifestación sobre esta cuestión de última hora, el portavoz episcopal informó de los acuerdos adoptados durante los trabajos de los obispos. Destaca el anuncio de dos congresos. El primero, los días 3 y 4 de octubre, que abordará el papel de la Iglesia en la sociedad democrática, con motivo del 40 aniversario de la Constitución, que organizan conjuntamente por la Fundación Pablo VI y la Conferencia Episcopal Española. En ella participarán figuras importantes de la vida pública española e internacional y se ha invitado al rey Felipe VI. El segundo tendrá lugar un año después, en noviembre de 2019, y abordará la cuestión de la participación de los laicos en la vida de la Iglesia.
Además, se procedió la elección de tres padres sinodales entre los obispos que representarán a la Conferencia Episcopal en el sínodo sobre jóvenes: serán los cardenales Ricardo Blázquez y Juan José Omella, y Carlos Escribano, obispo de Logroño y responsable de Pastoral de Juventud. El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha sido propuesto como sustituto.
Además, se ha aprobado el Decreto General sobre Protección de Datos Personales para adaptar la normativa canónica en España al Reglamento Europeo de Protección de Datos. Una vez que la Santa Sede dé el visto bueno se procederá a su promulgación. El decreto será de obligado cumplimiento para todas las diócesis españolas.
Fran Otero
(Foto: CEE)