El austríaco Thomas Heine-Geldern sustituye al alemán Johannes Heereman
Thomas Heine-Geldern ha sido nombrado nuevo presidente ejecutivo internacional de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). Sustituye en el cargo al alemán Johannes Heereman, que ha desempeñado esta labor en los últimos 7 años.
El relevo ha tenido lugar el pasado 16 de abril en un acto en Königstein im Taunus, Alemania, sede internacional de ACN. Hiene-Geldern ha afirmado como nuevo presidente que «la fe, la resolución, la serenidad y la confianza en Dios» que han caracterizado a su predecesor serán para él modelo y pauta a seguir.
«La Fundación —continuó diciendo— tiende un puente entre la comunidad mundial de los benefactores, por un lado, y los socios en los proyectos, en más de 140 países, por otro lado». Heine-Geldern no considera el trabajo de ACN una calle de dirección única, «sino una síntesis entre la ayuda profesional para la Iglesia que sufre y el testimonio personal por Cristo, por el cual todo benefactor, también en su vida diaria y en su entorno, contribuye a la evangelización».
El nuevo presidente ejecutivo internacional de ACN ha reconocido que la fundación sigue el principio de fe y profesionalidad en sus 23 oficinas nacionales: «actuar como si todo dependiera de mí y confiar, como si todo dependiera de Dios». Y ha querido destacar como ejemplo de trabajo conjunto con la Iglesia que sufre, la ayuda ofrecida a los cristianos perseguidos por Daesh en Mosul y la Llanura de Nínive de Irak. ACN ha destinado desde 2014, al comienzo de la crisis, más de 40 millones de euros para ayuda de emergencia y acompañamiento pastoral en Irak.
Thomas Heine-Geldern es austríaco, tiene 66 años, está casado y es padre de 4 hijos. Es Doctor en Derecho por la Universidad de Viena. Ha trabajado en consejos de dirección dentro del ámbito de la industria papelera.
El Presidente de la Fundación, el cardenal Mauro Piacenza, agradeció al presidente ejecutivo saliente, Johannes Heereman, los siete años que ha pasado a la cabeza de Ayuda a la Iglesia Necesitada, fundada hace 70 años por el «Padre tocino» Werenfried van Straaten. Durante el cargo de Heereman se produjo la refundación institucional como Fundación Pontificia por el Papa Benedicto XVI y la constitución de seis nuevas oficinas nacionales.