La exposición Cisneros. Arquetipo de Virtudes-Espejo de Prelados rinde homenaje al cardenal en el quinto centenario de su muerte. Se puede contemplar en la catedral de Toledo hasta el domingo 18 de febrero
«En tiempos de cambio de civilización como los nuestros, el modelo de reformador de Cisneros es un punto de referencia para hombres y mujeres de bien, para políticos y para obispos». Así lo reconoce el deán de la catedral de Toledo, monseñor Juan Miguel Ferrer Grenesche, en el catálogo de la exposición Cisneros. Arquetipo de Virtudes-Espejo de Prelados.
La muestra, que se puede contemplar en la catedral toledana hasta el domingo 18 de febrero, rinde homenaje al cardenal en el quinto centenario de su muerte «y tiene la vocación de ser su magno colofón». Concretamente, «si la exposición» en Sigüenza «puso el acento en la conversión de Cisneros, su abrazar la reforma eclesial», la toledana «quiere mostrar los excelsos frutos que de tal conversión se derivaron y el extraordinario legado que el cardenal nos dejó y del que la catedral de Toledo es, en buena medida, el memorial hecho arte», cuenta monseñor Ferrer Grenesche.
De esta forma, Cisneros. Arquetipo de Virtudes-Espejo de Prelados muestra «parte de la obra cisneriana viva aun en la catedral de Toledo (capilla mozárabe, sillería del coro, retablo del altar mayor, sala capitular, claustro, custodia …)» y también subraya «la faceta pastoral y eclesial de Jiménez de Cisneros». En este sentido, destaca al «hombre de cultura y mecenas, al político, al militar» que «encuentra su unidad y trabazón en el cristiano, fraile observante, arzobispo y cardenal, en el pastor», explica el deán.
Antecesor ilustre
Según el actual arzobispo de Toledo y primado de España la muestra pretende «poner al alcance del hombre y la mujer de la calle el conocimiento de un personaje de la talla del cardenal Jiménez de Cisneros y que a partir de ese conocimiento puedan adquirir el orgullo de sentirse herederos de tan magnífico prelado».
En este sentido, señala monseñor Braulio Rodríguez Plaza en el catálogo de la exposición, su antecesor es «uno de los prelados más importantes que se han sentado en la silla arzobispal de Toledo a lo largo de su historia». «Fue un gran hombre de Iglesia y de Estado, regente de España en dos ocasiones».
Por todo ello, el arzobispo anima a los visitantes a recorrer la exposición y «a encontrar en ella, también, un punto de reflexión sobre nuestra historia, nuestros antepasados y nuestra fe y creencias».
Alfa y Omega
(Foto: ABC)