Monseñor José Luis Azuaje, obispo de Barinas, es el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana. También es presidente de Cáritas de América Latina y el Caribe.
La labor de la Iglesia en estos momentos en Venezuela es «continuar trabajando a favor del pueblo, dando sentido a la cultura de la vida y la dignidad de cada persona, manteniendo un deber constante: no buscar ganar adeptos a un proceso electoral, sino tener un interés fundamental en defender la dignidad de los venezolanos». Así lo manifestó monseñor José Luis Azuaje Ayala, obispo de Barinas, al conocerse esta semana su elección como nuevo presidente de la Conferencia Episcopal en el país.
El nuevo presidente es también, al menos hasta el momento, presidente de Cáritas de América Latina y el Caribe. Cáritas es una de las principales instituciones que está haciendo frente a la crisis humanitaria en Venezuela, y solo ha recibido a cambio duras críticas por parte del Gobierno de Nicolás Maduro.
En este país –añadió monseñor Azuaje al ser elegido– «es necesario reactivar la economía, proporcionar trabajo, seguridad, ya sea personal como jurídica, mirar al pueblo para atender sus necesidades reales». Pero también es necesario «un cambio de modelo político».
El obispo de Barinas ya se había pronunciado en otras ocasiones sobre la crisis venezolana. En mayo, durante un encuentro de Cáritas Internationalis en Roma, subrayó que la Iglesia «no es opositora, siempre va a favor del pueblo. Si eso se llama oposición, pues nos llamarán opositores».
El obispo de Barinas reivindicó la necesidad de la Iglesia de hacerse oír cuando se ven «niños muriéndose y desnutridos y un país que siempre ha tenido una vocación de recibir gente y ahora ya hay más de dos millones venezolanos que se marcharon». «No nos podemos callar», aseveró.
Durante el mismo encuentro, criticó que el régimen se muestra siempre abierto al diálogo, pero «ni cumplieron ni han cumplido» los compromisos que la oposición y otras instituciones pedían al Gobierno: abrir un canal humanitario, celebrar elecciones, liberar a los presos políticos y devolver a la Asamblea Nacional sus atribuciones. «¿Qué diálogo? ¿Solo el que ellos quieren y luego hay que ratificar eso? Eso no es diálogo», criticó.
Alfa y Omega
(Foto: CNS)