«Si no se pone remedio, el desequilibrio demográfico será el principal problema de España en diez años», alertó el sociólogo Narciso Michavila durante la presentación en Madrid del VII Barómetro de la Familia de The Family Watch
El mismo día y a la misma hora, pero en lugares diferentes, tanto el Papa como María José Olesti, directora general de The Family Watch (TFW) –Instituto de Estudios sobre la Familia–, alertaron contra el invierno demográfico al que se enfrenta Occidente. Francisco lo hizo el lunes a las 10:30 horas en un discurso en el Vaticano ante los embajadores en el que, además, reclamó «políticas concretas que ayuden a las familias de las que depende el futuro y el desarrollo». De forma análoga, la responsable del think thank español pidió «un mayor reconocimiento público del papel de la familia en la sociedad». Olesti hizo estas declaraciones durante la presentación en Madrid del VII Barómetro de la Familia encargado por TFW. El estudio, elaborado por GAD3, está financiado por la Fundación Madrid Vivo, formada por empresarios de Madrid y presidida por el cardenal Osoro –el Arzobispado también impulsó recientemente el Informe Familia 2017–.
Además de en el tiempo, el Pontífice y Olesti coincidieron en el análisis: la gran causa de este desequilibro demográfico es la caída de la natalidad. «Hasta los 35 años España es la sociedad con el menor número de hijos de toda Europa», alertó Narciso Michavila, presidente de GAD3, durante la presentación del informe. Para el sociólogo, «si no se pone remedio», este «desequilibrio demográfico será el principal problema de España en diez años».
Entre los motivos que aducen los españoles para no tener hijos se sitúa la edad, la falta de tiempo o la falta de ingresos suficientes. Sin embargo, el VII Barómetro de la Familia también desvela que a más de la mitad de los encuestados les gustaría tener hijos o tener más de los que ya tiene. Para ello, según el estudio, es importante el apoyo del cónyuge (52, 7 %), tener tiempo disponible para dedicar a sus hijos (44, 7 %), la estabilidad laboral (41,5 %) y unos recursos económicos suficientes (38,2 %).
Conciliación familiar
A la estabilidad emocional y laboral, para aumentar la tasa de natalidad «hay que añadir la flexibilidad en el trabajo», aseguró Michavila. En este mismo sentido se manifestó el
90,2 % de los encuestados que pidió una mayor libertad en los horarios de entrada y salida para conciliar mejor el empleo y la vida familiar. Asimismo, el 85,5 % se mostró a favor de fomentar el trabajo desde casa como buena medida de conciliación. Por último, el 78 % reclamó fijar el final de la jornada laboral a las 18:00 horas, algo que ya intentó hace un año sin éxito la ministra de Empleo, Fátima Báñez. Estos datos contrastan, según el presidente de GAD3, con el «presentismo» que todavía se da hoy en las empresas españolas y que calificó como «el mayor mal de la sociedad».
Futuro académico y ocio
Y al presentismo, Michavila añadió la «titulitis, otro de nuestros problemas». Solo a un 10 % de los encuestados para el VII Barómetro de la Familia les gustaría que sus hijos hicieran Formación Profesional, frente a un 75,9 % que prefieren que sus vástagos acudan a la Universidad. Sin embargo, «el mercado está demandando actualmente gente preparada en FP».
Por último, el sociólogo alertó del aumento de las apuestas deportivas y de la ludopatía entre los jóvenes, de la imagen hipersexualizada de algunos menores que ofrece internet, del mayor riego de acoso anónimo en las redes sociales y del consumo de alcohol por atracón entre la juventud. «No se educa a los chicos en el consumo responsable de alcohol y, por tanto, ellos adquieren patrones venidos del mundo anglosajón en el que uno se da un atracón de alcohol destilado». Para frenar este modelo, Michavila recomendó diálogo entre padres e hijos y que se preste atención a los horarios en los que los jóvenes tienen que volver a casa.
José Calderero de Aldecoa @jcalderero
Foto: AFP Photo/Cesar Manso