Pedro, una persona sin hogar que lleva 17 de sus 64 años de vida viviendo en la calle, ha sufrido la aporofobia en sus propias carnes. «Me pegaron una vez en un cajero mientras estaba durmiendo», denuncia en un vídeo publicado por la Fundación Rais. El término aporofobia acaba de ser designado por la Fundéu como Palabra del año
La Fundación del Español Urgente (Fundéu) ha designado a la expresión aporofobia como Palabra del año 2017. El término, que acaba de incorporarse al Diccionario de la RAE, hace referencia al miedo, rechazo o aversión a los pobres, y fue acuñado en 1995 por Adela Cortina, catedrática de Ética y miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas. «Creo que es un fenómeno al que hay que poner un nombre, para que la gente lo reconozca y pueda precaverse frente a él», ha reconocido su autora.
«Conviene recordar la importancia de poner nombre a las cosas para hacerlas visibles. Si no lo tienen, esas realidades no existen o quedan difuminadas. No se pueden defender o denunciar», ha explicado por su parte el director general de Fundéu, Joaquín Muller. Por ello, Cortina «ha hecho una gran aportación a la sociedad y al idioma, y Fundéu ha considerado que es merecedora de ser elegida palabra del año», ha añadido.
Según señalan desde la fundación, la palabra no ha sido creada este año y tampoco es conocida por el gran público pero, «lamentablemente, no ha dejado de estar presente en la actualidad informativa de 2017». Para ilustrar sus palabras, Muller cita «el drama de los migrantes en diversas partes del mundo, el empobrecimiento de extensas capas de la sociedad en muchos países… y las actitudes de algunos líderes y ciudadanos ante estos fenómenos, en las que son claramente visibles el rechazo y la aversión a los pobres y a la pobreza».
Casi la mitad de los pobres
Según datos del Observatorio de delitos de odio contra personas sin hogar Hatento, un 47 % de las personas sin hogar de España han sido víctimas de un incidente o delito de odio por aporofobia.
Pedro, una persona sin hogar que lleva 17 de sus 64 años de vida viviendo en la calle, ha sufrido la aporofobia en sus propias carnes. «Me pegaron una vez en un cajero mientras estaba durmiendo», denuncia en un vídeo publicado por la Fundación Rais.
Esta experiencia le ha llevado a temer incluso por su propia vida. «Temo morir en la calle, en una cuneta, en un cajero, en un portal, que venga un día un borracho, algún niñato, un niño de papá y me pegue una puñalada o me pegue fuego».
José Calderero de Aldecoa @jcalderero
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
(Foto: REUTERS/Carlo Allegri)