12 hombres, 4 mujeres y 2 niños
(ZENIT).- “No cerremos los corazones, no miremos para otro lado. La presencia de Dios, hoy, también se llama ‘Rohingya’”. Que cada uno de su propia respuesta”, ha dicho el Papa tras su encuentro con los refugiados musulmanes en Bangladesh.
El Papa Francisco ha recibido a 18 refugiados “Rohingya”, procedentes del Bazar de ‘Cox’, al final del Encuentro interreligioso y ecuménico por la paz celebrado en el jardín del Arzobispado de Dhaka, capital de Bangladesh, en la tarde del quinto día del viaje apostólico.
Francisco ha mirado, acariciado y escuchado a los refugiados musulmanes, acogidos en Bangladesh tras su expulsión del país vecino Myanmar.
El Santo Padre lo ha hecho como muestra de solidaridad y “construcción de puentes” para la paz, “encuentro” con los pobres y vulnerables, y viaje a las “periferias”, tres pilares clave en su mensaje al mundo.
Los 16 refugiados ‘rohingya’ que han saludado al Santo Padre Francisco, 12 hombres, 4 mujeres y 2 niños, han estado acompañados por intérpretes de Cáritas, organización católica que, junto a otras ong´s católicas y aconfesionales ayudan a combatir la crisis humanitaria que sufre este grupo étnico actualmente.
Palabras del Papa a los ‘Rohingya’
“Queridos hermanos y hermanas, todos estamos cerca de vosotros. Es poco lo que podemos hacer porque vuestra tragedia es muy grande. Pero hay espacio en nuestro corazón para vosotros. En el nombre de todos, de aquellos que os persiguen, aquellos que han hecho el mal, especialmente por la indiferencia del mundo, os pido perdón. Perdón. Muchos de vosotros me han hablado del gran corazón de Bangladesh que los ha acogido. Ahora apelo a vuestro gran corazón para que podáis darnos el perdón que pedimos.
Queridos hermanos y hermanas, el relato judeocristiano de la creación dice que el Señor que es Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Todos nosotros estamos hechos a esta imagen. También estos hermanos y hermanas. Ellos también son una imagen del Dios viviente. Una tradición de vuestra religión dice que Dios, al principio, tomó un poco de sal y la arrojó al agua, que era el alma de todos los hombres; y cada uno de nosotros trae algo de la sal divina. Estos hermanos y hermanas llevan dentro la sal de Dios”.
Queridos hermanos y hermanas, solo mostramos al mundo lo que el egoísmo del mundo hace con la imagen de Dios. Continuemos haciéndolo bien, para ayudarlos; sigamos avanzando para que sus derechos sean reconocidos. No cerremos los corazones, no miremos para otro lado. La presencia de Dios, hoy, también se llama ‘Rohingya’. Que cada uno de su propia respuesta”.
Comunidad católica
No obstante, el Pontífice explicó en Myanmar que el principal motivo de este viaje apostólico a Myanmar y Bangladesh es “rezar con la pequeña pero ferviente comunidad católica” de la nación, “para confirmarla en la fe y alentarla a seguir contribuyendo al bien del país”. Así lo expresó en el discurso que ofreció a las autoridades civiles y diplomáticas en el salón del palacio presidencial: Pero también –añadió– para “llegar a toda la población de Myanmar y ofrecer una palabra de aliento a todos aquellos que están trabajando para construir un orden social justo, reconciliado e inclusivo”.
Durante su visita a Myanmar, el Papa no utilizó el término ‘Rohingya’ debido a la prohibición de su uso que el gobierno birmano ha impuesto a las autoridades diplomáticas, utilizando así el término de “refugiados de Kachin”, estado al norte de Myanmar.
Regalo de los ‘Rohingya’
El Papa Francisco llevó durante su visita apostólica a Myanmar un báculo pastoral de madera realizado artesanalmente por los refugiados del estado de Kachin, los ‘rohingya’, quienes ofrecieron el Santo Padre este regalo como agradecimiento del viaje.
Como informa la agencia ‘Fides’, los refugiados Kachin han donado el pastoral al Papa “como muestra del deseo de que se restaure la paz en el estado Kachin, ya que no será posible para ellos asistir a la misa en Yangon, debido al estado de pobreza en que viven”.
Más de 607.000 desplazados
Los ‘Rohingyas’ forman una minoría étnica musulmana que el gobierno de Yangon –liderado políticamente por la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi– no reconoce como ciudadanos. Ya son más de 607.000 los refugiados ‘rohingyas’ que han llegado a Bangladesh buscando un lugar seguro, informa ACNUR.
Según la agencia pontificia ‘Fides’, los ‘rohingya’ se encuentran ahora en el campamento de refugiados de Winemaw debido a la guerra civil entre el ejército birmano y los grupos armados ‘Kachin’ en uno de los varios conflictos de origen étnico en el país, compuesto, a nivel social, por una mayoría bamar (birmanos) y por 135 minorías étnicas lingüísticas.
La Iglesia Católica local los está apoyando–apunta la agencia ‘Fides’–. En la Diócesis de Myitkyina hay más de 8 mil personas desplazadas que no pueden regresar a sus aldeas por la violencia continua. Cáritas los ayuda, también tratando de darles la posibilidad de cultivar la tierra, para que ellos mismos puedan contribuir a su sustento.
Rosa Die Alcolea
Imagen: El Papa saluda a refugiados ‘rohingya’
(© L’Osservatore Romano)