Una audiencia importante en el contexto internacional actual
(ZENIT).- El Papa Francisco recibió en audiencia a un representante de Arabia Saudí, en la “salita” contigua a la Sala Pablo VI, el miércoles por la mañana 22 de noviembre de 2017, antes de la audiencia general en la plaza San Pedro.
Se trata de la visita de Abdullah bin Fahad Al Eidan, ministro consejero para los asuntos musulmanes de Arabia Saudí: una audiencia solicitada por la parte saudita y que se desarrolló en un ambiente cálido.
El ministro saudí estuvo acompañado de una quincena de personas, una señora, vestida de negro, que es el protocolo del Vaticano para las audiencias papales, con algún motivo decorativo blanco.
Según Rome Reports que filmó la llegada del ministro, le expresó al Papa “la admiración y la estima” que suscita en el Reino de Arabia. El Papa le agradeció sus palabras deseándole la “bienvenida” y diciéndole que estaba “feliz” de “conocerlo”, “muy feliz”.
El Papa se expresó en italiano y fue traducido por su secretario egipcio, Mons. Yoannis Lahzi Gaid, sacerdote copto, que participó en la entrevista: “Me olvidé de mi árabe, dijo el Papa” sentándose en el despacho de la Sala Pablo VI, “por eso tengo necesidad de un traductor”.
Al final de la entrevista, siempre en un salita del salón Pablo VI, el ministro ofreció al Papa una miniatura representando a La Meca. En la tapa del cofre, una inscripción agradece al Papa por ser un “promotor de la paz y de la coexistencia en el mundo”. El ministro ha ofrecido también un cofre que contenía botellas de perfume del país y un “rosario musulmán” en el que los musulmanes recitan los 99 nombres de Dios “el Misericordioso”.
El Papa abrazó al ministro para agradecerle por sus presentes, y le ofreció las tres medallas del pontificado, en bronce, en plata y en oro.
El encuentro se terminó después de la tradicional foto del Papa con la delegación de 14 personas.
Paz en Siria
La audiencia parece ser aún más importante en el contexto internacional de la búsqueda de la paz en Siria, de la crisis en el Líbano –el domingo pasado el Papa lanzó una llamada en favor del Líbano– y el hecho de que Arabia Saudí no mantiene aún relaciones diplomáticas con la Santa Sede.
“Renuevo a la comunidad internacional una llamada angustiada para hacer todos los esfuerzos posibles para favorecer la paz, en particular en el Oriente Medio” declaró el Papa, el 19 de noviembre, después del Ángelus. El Papa también ha dirigido “un pensamiento especial al querido pueblo libanés”: “Oro por la estabilidad del país, para que pueda seguir siendo un “mensaje” de respeto y de coexistencia para toda la Región y para el mundo entero”.
Parece que hay una intensa actividad diplomática actualmente en Arabia Saudí, incluida la visita del patriarca maronita y el cardenal libanés Béchara Boutros Raï. Ha sido recibido con su cruz pectoral bien visible, incluso en su encuentro con el príncipe heredero Mohamed bin Salman, el 13 de noviembre.
En 2007, bajo el pontificado de Benedicto XVI tuvo lugar la primera visita de un rey de Arabia Saudí en el Vaticano, para “un nuevo paso adelante”, había estimado entonces el Padre Federico Lombardi, director de la Oficina de prensa de la Santa Sede: el rey Abdallah bin Abdulaziz Al Saud, guardian de los lugares santos del islam (la Meca y Medina) había pedido ser recibido “para promover, de común acuerdo, la defensa de los valores religiosos, morales y pacíficos, en un mundo donde la irreligiosidad y el desorden moral son causa de destrucción, y donde la violencia y la guerra siguen castigando”.
Anita Bourdin
Imagen: Visita del Ministro Saudí Abdullah Bin Fahad Al Eidan
((C) L´Osservatore Romano)
©Traducción de ZENIT, Raquel Anillo