Audiencia del Papa con los líderes del “Pacific Islands Forum Secretariat”
(ZENIT).- La visión de una “Tierra sin fronteras” anula la distancia geográfica –declaró el Papa Francisco– y recuerda la necesidad de una sensibilización mundial, de una colaboración y de una solidaridad internacionales, de una estrategia compartida.
El Papa se encontró el pasado sábado, 11 de noviembre de 2017, con los líderes del “Pacific Islands Forum Secretariat”, procedentes de Australia, Islas Cook, Estados Federados de Micronesia, Polinesia Francesa, Kiribati, Nauru, Nueva Zelanda, Papua Nueva Guinea, República de las Islas Marshall, Samoa y Vanuatu.
El Santo Padre observó la necesidad de compartir la misma “estrategia”, que no consientan que sea posible permanecer indiferentes ante problemas tan graves como la “degradación del medio ambiente y de la salud de los océanos”, relacionadas con la “degradación humana y social” que vive la humanidad de hoy.
Discurso del Papa Francisco
Excelencias,
Ilustres señoras y señores:
Doy las gracias a todos vosotros, líderes del Pacific Islands Forum, que con vuestra presencia manifestáis las diferentes realidades de una región como el Océano Pacífico, tan rica en bellezas culturales y naturales.
Esa región, lamentablemente, también plantea serias preocupaciones para todos nosotros y especialmente para las personas que viven allí, muy vulnerables a los fenómenos extremos ambientales y climáticos cada vez más frecuentes e intensos. Pero también pienso en las repercusiones del grave problema de la elevación del nivel del mar, así como en la disminución continua y dolorosa del arrecife coralino, un ecosistema marino de gran importancia. En este sentido, recuerdo la pregunta alarmante formulada hace casi treinta años por los obispos de las Filipinas: ¿Quién ha convertido el maravilloso mundo marino en cementerios subacuáticos despojados de vida y de color? Son muchas las causas que han llevado a este deterioro del medio ambiente y por desgracia muchas de ellas se deben a una conducta humana imprudente, unida a formas de explotación de los recursos naturales y humanos cuyo impacto llega hasta el fondo de los océanos.
Y cuando hablamos de elevación del nivel del mar, que “afecta principalmente a las poblaciones costeras empobrecidas que no tienen a dónde trasladarse” pensamos en el problema del calentamiento global, que es ampliamente discutido en muchos foros y debates internacionales. Estos días en Bonn se celebra la COP-23, la vigésimo tercera sesión de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que este año se llevará a cabo bajo la presidencia de uno de los países representados por vosotros, la Islas Fiji. Espero que los trabajos de la COP-23, así como los que la siguen, tengan siempre en cuenta esa “Tierra sin fronteras, donde la atmósfera es muy delgada y débil”, como la describía uno de los astronautas actualmente en órbita en la Estación Espacial Internacional, con quien recientemente tuve una conversación muy interesante.
Venís de países que, con respecto a Roma, están en las antípodas; pero esta visión de una “Tierra sin fronteras” anula la distancia geográfica y recuerda la necesidad de una sensibilización mundial, de una colaboración y de una solidaridad internacionales, de una estrategia compartida, que no consientan que sea posible permanecer indiferentes ante problemas tan graves como la degradación del medio ambiente y de la salud de los océanos, relacionadas con la degradación humana y social que vive la humanidad de hoy.
Por otra parte, no sólo las distancias geográficas y territoriales, sino también las temporales se anulan con la toma de conciencia de que todo en el mundo está conectado estrechamente: Han pasado casi treinta años desde el llamamiento de los obispos filipinos y la situación de los océanos y del ecosistema marino no se puede decir, ciertamente, que haya mejorado, frente a los numerosos problemas que llaman en causa por ejemplo, la gestión de los recursos ícticos, las actividades en la superficie o en las profundidades, la situación de las comunidades costeras y de las familias de pescadores, la contaminación causada por la acumulación de plástico y micro-plástico. “¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?” Esta pregunta no es solo sobre el medio ambiente en forma aislada […].Cuando nos interrogamos por el mundo que queremos dejar, entendemos sobre todo su orientación general, su sentido, sus valores”.
Os doy las gracias por esta visita que me agrada mucho y os bendigo de corazón así como a vuestras naciones. Gracias
© Librería Editorial Vaticano
Imagen: El Papa con los líderes de “Pacific Islands Forum Secretariat”
(© L´Osservatore Romano)