Un total de 260 centros educativos de la región participan de manera voluntaria en este proyecto innovador.
Se trata de una plataforma digital y gratuita que pone a disposición de los estudiantes un fondo de libros digitales y diverso contenido multimedia para actividades.
La iniciativa está dirigida a los alumnos de entre 10 y 14 años, una edad que los estudios realizados consideran clave en la pérdida del hábito lector.
Los resultados de Lectura del Informe PISA 2015 sitúan a los alumnos de la Comunidad de Madrid al mismo nivel que los cuatro países con mejor nota en lectura.
Cerca de 41.000 alumnos de la Comunidad de Madrid participan durante este curso en un proyecto digital para impulsar y fomentar el hábito lector entre los jóvenes. El Gobierno regional ha aunado esfuerzos con la Fundación Telefónica y la Fundación José Manuel Lara, dependiente del Grupo Planeta, y ha colaborado en la aplicación en los centros educativos de ‘Leemos’. Se trata de una plataforma digital, impulsada por estas dos fundaciones, a través de la cual los alumnos de 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de ESO pueden acceder a libros digitales, listas de recomendaciones de lecturas, autores, videos tutoriales o actividades para realizar en clase.
El consejero de Educación e Investigación, Rafael van Grieken, ha acudido al colegio Esperanza, uno de los centros que participa en este programa, para conocer de primera mano el funcionamiento de esta herramienta. Durante su visita ha estado acompañado de Pablo Lara, en representación de la Fundación José María Lara y director general del Área de Educación del Grupo Planeta, y de José María Sanz-Magallón, director general de la Fundación Telefónica.
La iniciativa está dirigida a los alumnos de entre 10 y 14 años, una edad que los estudios realizados consideran clave en la pérdida del hábito lector, puesto que es cuando los jóvenes comienzan el uso de dispositivos de tecnología digital, redes sociales y móviles. Con el fin de acercarse a los hábitos de los alumnos de esta franja de edad, ‘Leemos’ está ideada como un formato de lectura digital.
El proyecto se va a llevar a cabo en 260 centros de Educación Primaria y de Educación Secundaria de la Comunidad de Madrid, que así lo han solicitado, y gracias a la labor de más de 1.000 profesores. Precisamente, los docentes tienen una labor muy importante para un correcto desarrollo del programa, puesto que son ellos los que deciden los títulos de los libros, así como las fechas de lectura. Una vez realizada la elección, señalan a los alumnos los ejercicios que deben realizar y les facilitan el código de acceso para que comiencen a trabajar sobre la obra elegida.
La plataforma puede realizar 500.000 préstamos al año, de los cuales unas 165.000 licencias son destinadas a la Comunidad de Madrid, y cada alumno puede obtener cuatro préstamos de libro por curso. El programa ofrece otras ventajas, como su gratuidad, lo que supone una gran ventaja para las familias, o la amplia oferta de títulos de todo tipo de género, lo que garantiza que cada alumno podrá encontrar libros adaptados a sus gustos.
Madrid a la cabeza en lectura, según Pisa
La Comunidad de Madrid desarrolla, a través del Plan de Fomento de la Lectura, diversas actividades a lo largo del curso escolar para fomentar hábitos lectores entre los jóvenes. Una de esas acciones es la publicación y distribución del Carnet de Lectura, que este curso cumple su novena edición, dirigido a alumnos de 3º de Primaria y del que el pasado curso se repartieron un total de 66.236 ejemplares.
La finalidad de esta herramienta es servir de soporte físico para la toma de notas, para lo que cuenta con 23 fichas en las que los alumnos deben rellenar datos del libro (autor, título, editorial, colección y fecha de entrega), un pequeño resumen, una opinión personal así como la fecha de devolución.
Los resultados del Informe PISA 2015 avalan las medidas puestas en marcha en el Plan de Fomento de la Lectura. En el último informe, llevado a cabo por la OCDE, los alumnos madrileños cosecharon un total de 520 puntos en Lectura (+9), lo que supone una diferencia de 27 puntos respecto a la media de la OCDE, 26 con la UE y 24 puntos más que la media española.