Si Asia Bibi resultara ganadora del Premio Sajarov de la Unión Europea, recibiría 50.000 euros. «Sin embargo, hay algo en juego que vale más que el dinero: que se reconozca la libertad de religión en Pakistán», asegura Kaleem Dean, analista paquistaní
Asia Bibi, la mujer cristiana condenada a muerte en Pakistán por la ley de la blasfemia y en la cárcel desde 2009, ha recibido la candidatura para la edición 2017 del prestigioso Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia otorgado por la Unión Europea.
El galardón es una iniciativa del Parlamento Europeo y se concede a individuos o grupos distinguidos por la defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
La candidatura de Bibi fue propuesta por Peter Van Dalen, miembro del «European Conservatives and Reformists Group» (ECR) en el Parlamento Europeo, por «la importancia simbólica del caso de Asia para otros que sufren por la libertad de religión o de expresión».
La libertad de religión en Pakistán
Si resulta ganadora –el fallo se conocerá el próximo 26 de octubre–, Asia Bibi recibiría 50.000 euros. «Sin embargo, hay algo en juego que vale más que el dinero: que se reconozca la libertad de religión en Pakistán», asegura Kaleem Dean, analista paquistaní.
«El Gobierno está escondiendo la cabeza en la tierra para no oír los gritos de las comunidades religiosas minoritarias. El caso de Asia Bibi pone en evidencia la ley de la blasfemia, que se ha convertido en una opresión estatal contra las minorías», añade Dean.
En este mismo sentido se expresa Nasir Saeed, director del «Centre for Legal Aid, Assistance and Settlement», quien asevera que «la ley de la blasfemia se usa habitualmente como herramienta de venganza para perseguir a gente inocente. Se considera una manera simple, rápida y barata de resolver disputas privadas y castigar a sus oponentes».
A pesar de ello, «el tema es tabú incluso para el Gobierno de Pakistán. El primer ministro, Shahid Khaqan Abbasi, asiste estos días a la 72 Asamblea General de las Naciones Unidas y se ha negado cínicamente a hablar de la ley de blasfemia en el país argumentando que es el Parlamento el órgano encargado de enmendar las leyes», añade Saeed.
El resto de candidatos
Entre los candidatos de este año al Premio Sajarov, además de Asia Bibi, también se encuentra Aura Lolita Chávez Ixcaquic, defensora de derechos humanos de Guatemala; Selahattin Demirtas y Figen Yuksekdag, co-presidentes del Partido democrático popular pro-kurdo (HDP) en Turquía; la oposición democrática en Venezuela (representada por el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, y por algunos de los presos políticos más emblemáticos); Dawit Isaak, dramaturgo sueco-eritreo, detenido en 2001 por las autoridades eritreas, y Pierre Claver Mbonospa, activista por los derechos humanos en Burundi.
Alfa y Omega/Agencia Fides
(Foto: CNS)