Se han donado ya a este tipo de instituciones cerca de 288.000 kilos de productos.
“Estamos absolutamente comprometidos con las organizaciones y entidades que realizáis un trabajo admirable para hacer llegar esos alimentos a quienes lo necesitan”, ha señalado la presidenta regional.
Este año se han donado más de 18.000 kilos de patatas, cerca de 7.500 de sandías y casi 5.000 de melones.
Más de 18.000 kilos de patatas, 7.450 kilos de sandías, 4.900 de melones, 540 de tomates, 100 de fruta variada, 40 de pimientos, 20 de pepinos… Todos estos alimentos, cerca de 33 toneladas, son el resultado de la cosecha procedente de las distintas fincas experimentales del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) que ahora, tras haber servido a los investigadores para sus proyectos, tienen un fin solidario.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, acompañada por el consejero de Medio ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada, ha entregado parte de los alimentos producidos durante el año por el IMIDRA a los representantes de Caritas, Mensajeros de la Paz y el Banco de Alimentos, en un acto celebrado en la Finca Vivero que el Instituto tiene en El Escorial.
“El acto que hoy nos reúne está cargado de significado y también de compromiso. Significa la importancia que damos a los alimentos, que son lo más básico de la justicia social, y subraya que estamos absolutamente comprometidos con las organizaciones y entidades que realizáis un trabajo admirable para hacer llegar esos alimentos a quienes lo necesitan, allí donde las Administraciones no alcanzamos. Me refiero en este caso a Cáritas, Mensajeros de la Paz y al Banco de Alimentos, que representáis aquí lo mejor de la vocación de entrega a los demás”, ha declarado la presidenta regional.
Cifuentes ha destacado que el IMIDRA ha entregado ya a los bancos de alimentos de distintas entidades un total de 288.000 kilos de frutas, verduras y legumbres, además de 1.500 litros de aceite. Son, ha indicado, “productos naturales y de excelente calidad con los que se puede garantizar una alimentación sana y equilibrada a unas 400 personas” y son también, ha añadido, “casi 33 toneladas de solidaridad que demuestran que en el Gobierno de la Comunidad de Madrid nos importa mejorar la producción agroalimentaria, pero nos importa todavía mucho más ser un ejemplo de responsabilidad social en el uso de los alimentos”.Como ha subrayado la presidenta regional, “la entrega de estos productos para que lleguen a las personas más desfavorecidas es no solo un acto de justicia y la respuesta a una necesidad, sino un mensaje nítido y contundente contra la ‘cultura del desperdicio’”.
La presidenta de la Comunidad ha querido puntualizar que, al ofrecer los datos de esta entrega “no pretendemos en absoluto colgarnos ninguna medalla, sino dar visibilidad a la extraordinaria labor de las organizaciones que cuidan de nuestros vecinos más desfavorecidos y hacer un llamamiento a todos los madrileños para que colaboren con ellas, ya sea con aportaciones de alimentos o como voluntarios. O ambas cosas, si ello es posible”.
Unas importante labor de investigación
El IMIDRA, que cuenta con una plantilla de 326 personas de las que 79 son investigadores y técnicos, es el organismo encargado de realizar el trabajo de investigación que se lleva a cabo en sus fincas experimentales para rescatar variedades tradicionales de legumbres u hortalizas o ensayar métodos de producción que añadan calidad y valor a los productos de las huertas y viñedos de los agricultores de la región mejorar la producción de los viñedos. Con estas labores se obtiene una importante producción de frutas, legumbres y hortalizas que no se desperdicia sino que, muy al contrario, se entrega en beneficio de los más necesitados.
El elevado número de investigaciones y ensayos que desarrolla el IMIDRA hace que las entregas contengan alimentos de lo más variado. Si este año las patatas, las sandías y los melones han sido los principales protagonistas, en otras ocasiones las donaciones también han incluido fresas, calabacines, calabazas, uvas, cerezas, garbanzos, lentejas, lechugas o berenjenas.
Los productos entregados a las ONG proceden de las fincas de El Encín –que cuenta en sus terrenos con viñedos, olivos, leguminosas y cultivos herbáceos-, El Socorro –especializado en viñedos-, La Chimenea –donde se trabaja especialmente con olivos, leguminosas y cereales- y La Isla -que experimenta con una amplia variedad de frutas y verduras-.