El Santo Padre indico que la eliminación de las armas atómicas es un desafío y un imperativo moral
(ZENIT – Roma) .- El Día internacional contra los test nucleares, aprobado en 2009 por la Asamblea de las Naciones Unidas, se celebró el 29 de agosto.
El objetivo es promover el principio de que “debería hacerse todo el esfuerzo para poner fin a las pruebas nucleares y de ese modo eliminar sus efectos devastadores sobre la vida de las personas”.
Radio Vaticano dedica un artículo sobre el tema, precisando que desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco se ha pronunciado con vehemencia a favor de la eliminación de las armas nucleares, y cita en particular el mensaje del 7 de diciembre de 2014, cuando el Santo Padre envió un mensaje a la Conferencia de Viena, en Austria, sobre el impacto humanitario de las armas nucleares.
Para el Papa “es necesaria una ética global si queremos reducir la amenaza nuclear y trabajar por un desarme nuclear”.
Francisco afirma que las armas nucleares constituyen un problema global que tiene impacto sobre las generaciones venideras, así como sobre el planeta, que es nuestra casa común y evidencia la necesidad de una ética global si queremos disminuir la amenaza nuclear y trabajar para el desarme nuclear.
El Papa indica además que la disuasión nuclear, el miedo y la amenaza de la destrucción recíproca asegurada no pueden ser la base de una ética de fraternidad y de coexistencia pacífica entre pueblos y Estados. “Ahora es el tiempo de contrastar la lógica del miedo con la ética de la responsabilidad, para promover un clima de confianza y de diálogo sincero”.
El sucesor de Pedro recuerda además que gastar en armas nucleares dilapida la riqueza de las naciones y que cuando estos recursos son desperdiciados, los pobres y los más frágiles que viven al margen de la sociedad pagan el precio.
El Santo Padre citando palabras del Papa Juan XXIII en la encíclica Pacem in Terris, n. 113. recuerda que debemos estar profundamente comprometidos en fortalecer la confianza recíproca, pues sólo mediante esta confianza es posible establecer una paz verdadera y duradera entre las naciones.
En marzo de este año Francisco envió un mensaje a los participantes de la Conferencia de la Onu sobre la aprobación de un tratado de prohibición de armas nucleares. Y precisó: “El objetivo final de la eliminación total de las armas nucleares se vuelve tanto un desafío como un imperativo moral y humanitario”.
Imagen: Explosión nuclear
(Wikicommons)