Palabras del ex representante del Vaticano ante las Naciones Unidas
Mons. Silvano Tomasi afirma que el Papa Francisco insiste en que “el camino a seguir es el del diálogo, incluyendo a todos para la negociación, para buscar el bien común”.
Con motivo de la crisis entre Estados Unidos y Corea del Norte, el Arzobispo Mons. Silvano Tomasi, antiguo representante diplomático de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, apuesta por el diálogo y las negociaciones inclusivas, indica Radio Vaticano.
Mons. Tomasi, asesor del nuevo Dicasterio del Vaticano para el Desarrollo Humano Integral, afirma que el Papa Francisco insiste en que “el camino a seguir es el del diálogo, incluyendo a todos para la negociación, para buscar el bien común” y señala que esta crisis refleja cómo las relaciones internacionales pueden romperse fácilmente cuando hay una determinación de “violar las normas mínimas de sentido común al tratar con los demás”.
“El camino del conflicto es siempre el camino equivocado”, asegura Tomasi, “necesitamos invertir tiempo, energía, dinero y recursos” para “evitar llegar a esos límites extremos de la crisis”.
“Es vital ayudar a las sociedades a mejorar la calidad de vida de la gente, en vez de construir muros y crear falta de confianza”. En este sentido, el obispo añade que “necesitamos cambiar la cultura pública” e insiste en que “el camino a seguir no es el de invertir en los últimos avances de tecnología militar, sino el de una postura de inclusión”.
No-violencia activa
El Arzobispo Tomasi recuerda que la “no-violencia activa” era el tema de este año para la 50ª Jornada Mundial de la Paz, celebrada el 1 de enero de 2017, para la cual el Papa Franscisco indicó diferentes pautas en las que todos podemos trabajar para prevenir conflictos.
El ex diplomático vaticano apunta que la postura de la Santa Sede sobre el uso y la posesión de armas nucleares está bien definida y apoya una nueva convención de las Naciones Unidas en para prohibir estas armas.
“Mientras algunos lo consideran una medida idealista, sin embargo, 123 países votaron a favor”, mostrando el deseo y el interés de que la crisis no se aborde a través de la amenaza de la fuerza, sino a través de medios más pacíficos que están ligados al desarrollo.
En este contexto, “el argumento de la `no-violencia´ está claro, no es una resignación a hacer las cosas ajenos a la realidad, todo lo contrario, un compromiso activo con la promoción de lo bueno y que evite la confrontación”, concluye Mons. Tomasi.
Rosa Die Alcolea
Imagen: Mons. Silvano Tomasi
(Foto ZENIT cc)