Pide a May que cree una mesa de todos los partidos para buscar una postura común
El pasado viernes se cumplió un año del triunfo del Brexit, que se impuso en el referéndum con solo un 3,7% de ventaja. La herida que abrió el debate europeo en el Reino Unido dista de haberse cerrado. Así lo reconoció ayer la máxima autoridad religiosa de la Iglesia de Inglaterra, Justin Welby, de 61 años, un antiguo ejecutivo petrolero y padre de seis hijos, que desde 2013 ejerce como arzobispo de Canterbury. Welby llega a hablar en un artículo del «veneno» que acumula la polémica del Brexit y pide a Theresa May que convoque una mesa de todos los partidos para buscar un punto de vista conjunto.
Welby reconoce que la situación política tras las elecciones de comienzos de mes, sin una mayoría absoluta de Gobierno, «ha creado una tentación comprensible de convertir cada diferencia en un voto de confianza». Pero demanda a los políticos que busquen la unidad y eviten «la tentación de tomar pequeñas ventajas domésticas a costa de esos grandes acontecimientos».
En concreto, el clérigo propone a Theresa May que auspicie «un fórum, comisión o herramienta política» bajo el paraguas del Parlamento, del que formen parte todos los partidos con el objetivo de que el país tenga una posición común ante el Brexit. El órgano lo presidiría «un político veterano». Welby cree que esa comisión podría limpiar «parte del veneno» que rodea al debate europeo en el Reino Unido. El arzobispo advierte que las negociaciones serán «fieras», por lo que considera que el equipo británico debe sentir que «tiene detrás el apoyo de todo el país».
Welby ha publicado su punto de vista en un artículo en el periódico eurófobo Daily Mail. En los comentarios en su web, muchos lectores le recomiendan que «no se meta en política», o que «arregle antes su casa», pues la Iglesia de Inglaterra vive una grave crisis de pérdida de fieles y hasta riesgos de cisma por su apertura liberal.
Algunos diputados laboristas habían abogado ya por una comisión como la que propone el arzobispo. Sin embargo es dudoso que su idea vaya a agradar al sector brexitero duro del Partido Conservador. La ministra Priti Patel, que hizo una enérgica campaña por el Leave, se apresuró a rechazar al instante su propuesta: «La gente votó el año pasado dejar la UE y el Gobierno a lo que tiene que dedicarse ahora es a trabajar en el correcto acuerdo, no a retomar las discusiones del Leave y el Remain del año pasado».
El jefe negociador del Brexit del Reino Unido, el ministro David Davis, un veterano antieuropeísta de 68 años, se mostró ayer en la BBC optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con la UE, que dio por «bastante seguro», aunque no «cierto del todo». De todas formas, advirtió que «si nos ofrecen un acuerdo de castigo, entonces estamos preparados para irnos, tenemos un plan para ello». Palabras que contrastan con las del moderado ministro de Economía, Philip Hammond, que la semana pa sada enmendó la plana a su jefa y advirtió que dejar la UE sin un acuerdo sería «un muy, muy mal desenlace para el Reino Unido».
A pesar de su respetable edad, Davis es uno de los aspirantes que suenan para suceder a May, cuya debilidad y descrédito son un clamor. Pero al igual que hace el gran aspirante en la carrera sucesoria, Boris Johnson, sabe que no conviene asomar la cabeza antes de tiempo.
Luis Ventoso/ABC
Imagen: En primer plano, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby
AFP