La situación en Venezuela es crítica para miles de familias. Cáritas pide ayuda para atenderlas
El 82% de los venezolanos vive actualmente en la pobreza. La desnutrición aguda en niños menores de 5 años se ha triplicado en menos de dos años y alcanzan niveles de crisis humanitaria. La mortalidad infantil ha aumentado un tercio en el último año
Cáritas Española ha decidido lanzar una campaña de solidaridad con Venezuela como respuesta a la petición de ayuda urgente que llega desde la Cáritas del país latinoamericano. La sede venezolana de la organización caritativa de la Iglesia pretende conseguir los 1,8 millones de euros necesarios para financiar el reparto de ayuda de emergencia en diez estados.
El plan de respuesta a la crisis humanitaria de acceso a alimentación y salud que acaba de lanzar Cáritas Venezuela tiene como objetivo prioritario garantizar, durante un año, ayuda de primera necesidad a 24.000 personas en los estados de Caracas, Miranda, Lara, Trujillo, Barinas, Anzoátegui, Zulia, Bolívar, Sucre y Vargas.
Los principales beneficiarios serán niños menores de 5 años, mujeres embarazadas, personas mayores que vivan solas y familias en situación de especial necesidad. La distribución de ayuda se realizará a través de la red nacional de Cáritas Diocesanas y Parroquiales.
Al borde de la subsistencia
Cáritas Venezuela hace esta petición de ayuda a todas las Cáritas de la red internacional ante el progresivo deterioro de las capacidades de subsistencia de las familias más vulnerables.
Son miles las familias que se encuentran en esta situación, acuciadas por el agravamiento progresivo de la escasez de productos de primera necesidad, los niveles de inflación, el colapso del sistema de salud y el clima de violencia, que limita seriamente el acceso a alimentos, atención médica o servicios básicos del Gobierno.
Foto: AFP Photo/Federico Parra
El 82% de los venezolanos vive actualmente en la pobreza, según los datos de Cáritas. La inflación anual acumulada es de 700%, la más alta del mundo, y el FMI prevé un aumento de 1.200% en el próximo año. La inflación alimentaria reflejada por el programa de alimentación del Estado es de 833% en el último año.
Asimismo, la salud se está deteriorando debido a una escasez de productos farmacéuticos de más del 85%. Por ejemplo, no es posible encontrar 11 de los 29 medicamentos básicos para el tratamiento del cáncer. Se está produciendo, además, una reemergencia de enfermedades que se pensaba que habían sido erradicadas, en particular el paludismo, la difteria y la tuberculosis. Por otra parte, el país mantiene una deuda de 6.000 millones de dólares en bienes farmacéuticos, según la Federación Farmacéutica de Venezuela.
Desnutrición y abandono escolar
La desnutrición aguda en menores de 5 años se ha triplicado en menos de 2 años y supera los umbrales permisibles de severidad de la OMS.
En el ámbito educativo, durante el año 2017 el abandono escolar de estudiantes de primaria se ha incrementado en un 45%. En las escuelas de la Iglesia católica se reporta un incremento del 20% de abandono. El 45% de los niños señalan que faltan a la escuela porque no tienen qué comer.
Desde el punto de vista alimentario, la Cáritas local alerta de que los niveles de desnutrición aguda en menores de 5 años alcanzan niveles de crisis humanitaria, mientras que en el último año se registra un aumento en un tercio de la mortalidad infantil y de 2/3 de la mortalidad materna, lo que indica la severidad del colapso del sistema nacional de salud.
Cáritas Venezuela asegura que el país se ha convertido «en un estado fallido, sin garantías de servicios esenciales para alcanzar bienestar nutricional, salud, agua, educación y bienestar general».
Solidaridad de Cáritas Española
Cáritas Española ha decidido poner a disposición de Cáritas Venezuela, como respuesta inicial a su llamamiento de ayuda, una partida de 200.000 euros. Asimismo, lanza la campaña «Cáritas con Venezuela» para canalizar la solidaridad de la ciudadanía española con la población venezolana ante esta situación de emergencia.
Cáritas/Alfa y Omega
Foto: REUTERS/Carlos García Rawlins