En el monasterio Mater Ecclesiae acompañado por su hermano y ex alumnos
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Benedicto XVI cumplió el 16 de abril en coincidencia con el domingo de Pascua, 90 años. La celebración fue postergada debido a la Pascua para el 17, una fiesta sobria, en familia y con evocaciones de Baviera, su tierra natal. El papa emérito recibió a una delegación llegada desde el länd de Alemania donde nació el 16 de abril de 1927. Las fotos del ‘Osservatore Romano lo muestran con buena salud, de buen humor, con la compañía de su hermano Georg de 93 años, incluso brindado con una jara de cerveza típica junto a los demás invitados.
El papa Francisco le visitó personalmente el 12 de abril en el monasterio Mater Ecclesiae, en donde el papa emérito reside, para saludarlo con motivo de su cumpleaños pero también de la Pascua.
Son muchos los mensajes de felicitaciones que le llegaron desde todo el mundo, entre ellos de la Conferencia Episcopal italiana que le agradeció su obra “que sigue interrogando y volviendo fecunda a toda la Iglesia”.
Mons. Georg Gänswein, prefecto de la Casa Pontificia, persona muy allegada a Benedetto XVI, señaló a los micrófonos de Radio Vaticano que la vida en el monasterio Mater Ecclesiae es muy ordenada, “no es un misterio para nadie que el papa Benedicto ame el orden. El día está bien estructurado, de manera clara y esto ayuda a vivirlo bien”.
El arzobispo alemán recuerda que “una de las afirmaciones del papa Benedicto XVI, al final de su pontificado fue que no se habría retirado ‘a la vida privada’, o sea para hacer lo que le gustara, sino que ‘habría subido al monte’, una imagen que invoca a Moisés, o sea que se habría retirado para rezar de acuerdo a sus fuerzas y capacidad, por su sucesor, por la Iglesia y por el mundo”.
Señala que actualmente “su vida es un conjunto de oración, estudio, visitas, música escuchada, la misa, realiza paseos, meditaciones, reposo y la preparación para el encuentro con el Señor. Veo que Benedicto vive muy serenamente esta decisión que ha tomado”.
En una entrevista a la red informativa Ewtn el Prefecto de la Casa Pontificia señaló que el papa emérito “Predica siempre de manera improvisada” y que “tiene un cuaderno con los apuntes para sus homilías”.
El padre Federico Lombardi, portavoz emérito de la Santa Sede, subrayó del papa emérito, su “lucidez de mente y de memoria, de diálogo con las personas que encuentra y con sus visitadores”. Reconoció que “las fuerzas naturalmente son las de una persona de 90 años y por lo tanto existe la fragilidad consecuente”, pero “perfectamente en grado de realizar cada actividad de relaciones con lo demás, viviendo con discreción en la casa este tiempo de retiro, de vida reservada, de oración y de reflexión”.
Concluyó señalando la importancia de su presencia espiritual y deseó que su “mensaje de alegría y paz en la preparación del encuentro con Dios, sea recibido por la comunidad de la Iglesia como una riqueza”.
Angelo Scelzo, ex vicedirector de la Oficina de Prensa de la Santa Sede –indica al diario Avvenire— que el monasterio Mater Eccesiae dentro de las murallas del Vaticano recuerda la pequeña iglesia de Pentling, pueblo cercano Ratisbona, en donde el cardenal Ratizinger pasaba sus vacaciones. Allí cada domingo se desempeñaba como párroco, celebraba misa y predicaba la homilía. Ahora, las 7:30 el papa emérito celebra cotidianamente en la pequeña comunidad del monasterio, revela Scelzo, y precisa que no realiza homilías largas sino pequeños pensamientos, como en Pentling.
Réal Tremblay, sacerdote redentorista canadiense alumno del papa emérito señala por su parte, que el profesor Joseph Ratzinger “es un ‘unicum’ en la historia de la Iglesia del mil novecientos, por su ‘cursos studiorum‘, ya que fue perito en el Concilio Vaticano II y trabajó al lado de pensadores como De Lubac, Rahner, Congar y otros, volviéndose cardenal y papa y con un curriculum universitario único en su género”.
Sergio Mora
Imagen: El papa emérito en su 90 cumpleaños
(Osservatore © Romano)
Benedicto agradece la fiesta al estilo bávaro que le celebraron por sus 90 años
El 90 cumpleaños festejado delante del monasterio Mater Ecclesiae
(Osservatore © Romano)
“Mi corazón está lleno de gratitud por los años que el buen Dios me ha donado”
El papa emérito Benedicto XVI agradeció a quienes organizaron los festejos por su 90 cumpleaños, celebrado en el monasterio Mater Ecclesiae, donde reside en el Vaticano.
Aunque Benedicto XVI los cumplía el domingo 16 de abril, debido a que coincidía con la fiesta de Pascua, la celebración fue postergada al lunes 17.
“Mi corazón está lleno de gratitud por los 90 años que el buen Dios me ha donado” dijo el papa emérito al tomar la palabra para agradecer a los presentes.
Reconoció entretanto que “existieron pruebas y tiempos difíciles, pero Él siempre ma ha guiado y me ha sacado adelante, de manera que yo pudiera seguir mi camino –dijo– y estoy lleno de gratitud sobre todo porque me ha dado una hermosa patria que ahora ustedes (los Gebirgsschützen, carabineros de montañas bávaras) me traen.
En el festejo incluso se brindó con cerveza, como se ve el las fotos del Osservatore Romano, que retratan al papa emérito con una jarra de cerveza en la mano.
A este punto Benedicto quiso recordar al gobernador de Baviera y a los presentes, muchos de ellos sus alumnos alemanes que “Baviera es hermosa desde su creación. El país es hermoso por sus campanarios, las casas con los balcones llenos de flores, las personas que son buenas. Es hermoso en Baviera, porque se conoce a Dios y se sabe que es Él el que ha creado el mundo y que esto es bueno cuando nosotros lo construimos junto a Él”, dijo.
“Les agradezco mucho –prosiguió el papa eméritos dirigiéndose a los presentes– porque han traído un poco de Baviera aquí, aquella Baviera abierta el mundo, vivaz, feliz, que puede ser tal porque su raíces se afianzan en la fe”.
“A todos ustedes un ‘Vergelt’s Gott’ (Dios les rinda mérito), al gobernador de Baviera y a todos ustedes” dijo y señalo que estaba contento de que “hayan podido reunirse debajo de este hermoso cielo azul romano, que con sus nubes blancas recuerda la bandera blanco-azul de Baviera. Es siempre el mismo cielo…”.
Les deseó a bendición de Dios y confió que “en mi corazón sigo paseando y viviendo en nuestros paisajes y espero que todo se quede así”.