Cumbre en curso en Viena, organizada por la OCSE
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Erradicar el tráfico de personas, que representa uno de los más vergonzosos fenómenos que desfigura el rostro de la humanidad moderna. Lo ha pedido el papa Francisco en un Mensaje enviado a la XVII Conferencia contra el tráfico de personas, que concluyó el martes 4, en Viena.
El mensaje ha sido leído por el padre Michael Czerny, subsecretario de la Sección Migrantes y refugiados del dicasterio para el Servicio al desarrollo humano integral, quien intervino en nombre de la Santa Sede en esta cumbre promovida por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Es necesario actuar con determinación para erradicar el tráfico de personas, “que representa uno de los más vergonzosos fenómenos que desfigura el rostro de la humanidad moderna”, escribió y calificó como chocante y escandaloso, descubrir que el tráfico de personas ocurre en todos los países y que representa “uno de los más lucrativos negocios del planeta”.
Se trata, prosigue el Pontífice, “de una forma de esclavitud, de un crimen contra la humanidad, una grave violación de los derechos humanos, una llaga atroz, que debe ser condenada aún más cuando involucra a niños”.
Así el Papa los ha exhortado a hacer todos los esfuerzos posibles para hacer concientizar sobre esta lacra y para coordinar mejor los esfuerzos legales y sociales destinados a salvar a millones de niños y adultos.
El Pontífice ha pedido también comprometerse para impedir que tantas personas sean víctimas del tráfico y esclavizadas. El sucesor de Pedro concluye su mensaje deseando el éxito de la Conferencia, para que se ponga punto final al terrible crimen del tráfico de seres humanos en los 34 Países de la OCSE.
En su intervención, el p. Czerny señaló tres puntos: prevenir el tráfico, proteger a las víctimas y perseguir a los criminales. Porque se juega a la persona humana con su valor inestimable.