Entre los temas la violencia en el país, el pedido de un viaje apostólico y la canonización de Mons. Romero
(ZENIT – Roma).- El encuentro que hemos tenido este lunes 20 con el Santo Padre “ha sido espectacular, el Papa nos ha recibido por casi dos horas en una reunión sin agenda. El clima ha sido de gran fraternidad y unidad con el Pontífice”.
Lo indicó Mons. Fabio Reynaldo Colindres Abarca, obispo de la diócesis castrense del Salvador y portavoz de los obispos, al conversar hoy con ZENIT, en el marco de la visita ad límina que realizan a Roma, generalmente cada cinco años.
“Cada uno de nosotros -añadió el obispo Colindres Abarca- expresó la realidad de sus propias diócesis, el Papa nos ha animado a seguir adelante con entusiasmo, con amor y ha insistido mucho en la misericordia. En cada caso difícil del que nosotros le hemos podido hablar”.
Señaló que el Santo Padre “expresó su alegría por la beatificación de Mons. Oscar Arnulfo Romero, martir salvadoreño pero ahora conocido a nivel mundial”; que “al ser beato, para la canonización falta solamente un milagro”. Y reveló que “hay un milagro que va por muy buen camino, tiene aprobación local y está en estudio en Roma”.
Mons. Romero nació en 1917. Siendo arzobispo denunció durante la dictadura militar la violación de los derechos humanos. Fue asesinado mientras celebraba la misa el 24 de marzo de 1980 por un subsargento de la extinta Guardia Nacional. Diez años más tarde inició la causa de canonización y fue declarado beato el 23 de mayo de 2015, por el cardenal Angelo Amato. Es el primer beato de El Salvador y el primer arzobispo mártir de América.
“Le hemos pedido al Papa todos –señaló Mons. Colindres– como conferencia episcopal, que nos visite en El Salvador y que canonice allá al beato Romero. El Santo Padre sonrió con mucho cariño expresando su beneplacito sin comprometerse ni anticipar nada”. Y reiteró que el Papa “no ha hablado en ningún momento de una fecha de canonización o para una visita a El Salvador, pero sí que desea que esto pueda realizarse”.
Interrogado sobre las dificultades que sufre El Salvador, Mons. Colindres Abarca precisó que “el principal problema en nuestro país es la violencia que genera muchísima pobreza, inestablidad social, en la familia y en el matrimonio. Y el reto que esto supone para la Iglesia y para la Conferencia Episcopal es educar en una fe sólidad, en una doctrina profunda, y en la doctrina social de la Iglesia”.
O sea que “el tema fundamental de fondo es la reconciliación en medio de esta violencia”, sea como secuela “de las guerras que hemos vivido, así como de las incomodidades sociales, politización y polarización de todos los temas a nivel nacional”. Subrayó sí que “nuestra gente es pobre y humilde pero es un pueblo que tiene una gran riqueza: su fe”.
“Visitaremos aún varias Congregaciones y santuarios en Roma. Hoy estuvimos en la Congregación de los Obisos y en la de la Cocrina de la Fe” indicó, y añadió que además tomarán contacto con la comunidad de los salvadoreños residentes en Roma.
La visita ad límina, en la que los obispos salvadoreños visitan y renuevan su fidelidad al Papa y ante la tumba de los apóstoles Pedro y Pablo, concluye este próximo sábado 25 de marzo.
Sergio Mora
Imagen: Mons. Colindres Abarca en Roma
(Foto ZENIT cc)