A Cuba con Kirill, en México, Lesbos, Armenia, Polonia, Georgia, Azerbaiján, Suecia, Asís y los lugares del terremoto en Italia
(ZENIT – Roma).- En el 2016 el papa Francisco realizó diversos viajes apostólicos, todos marcados profundamente por el espíritu de misericordia que ha caracterizado el Jubileo extraordinario que concluyó el pasado 20 de noviembre. En total fueron 24 días de viaje, a lo que se suman diversas peregrinaciones en Italia, dos de las cuales con etapa en Asís.
La Habana, 12 de febrero, encuentro con Kirill
Casi mil años después del Cisma de Oriente, el obispo de Roma y el patriarca ortodoxo de Moscú tuvieron por primera vez un encuentro. Francisco y Kirill se dieron un abrazo histórico en ‘territorio neutral’, fruto de medio siglo de camino ecuménico. Ni de cortesía ni de fachada, en el que firmaron una declaración común contra la guerra, el tráfico de armas, la trata de personas y por la libertad religiosa. El viaje apostólico de cuatro días del Papa a Cuba fue el año anterior, en septiembre de 2015 , ahora se trató de una escala de pocas horas en su viaje hacia México
México (12-18), a los piés de ‘la Morenita’
Un viaje en el que no ha faltado el homenaje de Francisco a la Virgen de Guadalupe, en el que hace diversas denuncias, contra la corrupción y el narcotráfico. Visitó también comunidades indígenas como la de Chiapas y presidió una misa en la Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos.
Lesbo: los refugiados son nuestros hermanos (16 de abril)
En la isla griega, lugar de llegada de miles de refugiados que huyen de la guerra, el Papa realizó una visita breve, pero en la que el diálogo interreligioso y ecuménico se encontraron. Con Francisco estaba el arzobispo ortodoxo de Atenas, Ieronymos II, y el Patriarca ecuménico de Constantinopla Bartolomé I. El Papa elogia al pueblo griego que a pesar de la crisis financiera recibe a los migrantes. “No pierdan la esperanza” clama a los 2.500 huéspedes del campo prófugo de Moria. Y a su regreso a Roma se trae a 12 migrantes, de los cuales 6 menores. Tres familias, todas musulmanas, recibidas en Roma como refugiados políticos por la Comunidad San Egidio.
Armenia: cien años después para no olvidar (24-26 junio)
En el 2015 el papa Francisco había conmemorado el centenario del ‘primer genocidio del siglo XX’, subrayando la persecución contra los cristianos que existía en el trágico evento, despertando la ira de las autoridades turcas. Del 24 al 26 de junio de 2016 Francisco realiza una vista de tres días, va a Erevan, Gyumri y Etchmiadzin, y elogia la fidelidad a de los católicos. Tiene un encuentro con el Cathólicos de los armenios, Karekin II, firman una declaración común en el signo del “ecumenismo de la sangre” que une a los cristianos en el martirio.
Polonia: tierra de santos y cuna de la misericordia (27 – 31 de julio)
La ocasión son los 1050° años del ‘bautismo’ de Polonia y la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia. El papa latinoamericano visita el santuario de la Virgen de Czestochowa, rinde homenaje a Santa Faustina Kowalska, y a san Juan Pablo II. Conmueve al mundo en Auschwitz, contemplando el misterio del mal provocado por manos humanas. Llega a Cracovia, ciudad en la que nació el culto a la Divina Misericordia. En la Jornada Mundial de la Juventud el Papa invita a los jóvenes a ‘levantarse del sofá” y a ser protagonistas de la nueva evangelización.
Georgia y Azerbaiján: en las fronteras del cristianismo (30 de septiembre – 2 de octubre)
Apenas tres meses después del viaje a Armenia, Francisco vuelve a visitar dos países del Cáucaso, Georgia y Azerbaiján. El Papa peregrina a la Sacra Túnica del Señor que se encuentra en la catedral patriarcal ortodoxa de Svetyskhoveli, indicada por él como “misterio de unidad”. En su encuentro con los religiosos, sacerdotes y laicos en la Iglesia de la Asunta en Tbilisi, denuncia la “guerra mundial contra la familia”, causada por la ideología de gender. Y abraza a la pequeña comunidad cristiana.
Suecia: la Reforma, 500 años después (31 de octubre – 1 noviembre)
Es el último viaje del año y también el más controvertido para el papa Francisco. En la vigilia de los 500 años de la Reforma protestante, un momento doloroso de separación entre hermanos, para recordar y reflexionar. Son también los 50 años del inicio del diálogo ecuménico de los católicos con los protestantes. En la misa final en el Swedbank Stadion de Malmö, el Papa señala elementos que distinguen la catolicidad, como las santas suecas Brigida y Hesselblad, recordando que si bien es más importante lo que nos une de lo que nos divide, demuestra que para dialogar no hay que negar la propia identidad.
Asís y lugares del terremoto (4 de agosto, 18 de septiembre y 4 de octubre)
Aunque en el 2016 habían sido suspendidas las visitas pastorales en Italia, el Papa hizo tres excepciones: La primera el 4 de agosto por los 800 años de la fiesta del perdón de Asís, que lleva a Francisco después de tres años a dicha ciudad.
Un mes y medio después, el 18 de septiembre, el Santo Padre regresa allí por los 30 años del primer encuentro interreligioso promovido por la Comunidad de San Egidio, con la presencia de tantos líderes religiosos del mundo, entre los cuales el patriarca Bartolomé. El mensaje es que toda fe religiosa si vivida con autenticidad lleva a la fraternidad entre los hombres, y que es sacrílego usar el nombre de Dios para asesinar.
Y el 4 de octubre visita a las poblaciones que sufrieron el terremoto en el centro de Italia. No les vistió antes, dijo, porque “no quise crear fastidio”, ya que su presencia en las primeras semanas habría dificultado la asistencia en la fase de emergencia. Visita a los pueblos más dañados: Amatrice, Accumoli, Arquata del Tronto, Pescara del Tronto y Norcia. Abraza a la población herida, visita una escuela montada en un container. Pero la imagen más impresionante es la del Papa que en total soledad se acerca a las ruinas de la ciudad destruída. Casi una metáfora de una humanidad destruída que necesita de la consolación del Padre
Luca Marcolivio
Imagen: El Papa en Amatrice
(@Servizio Fotografico – L’Osservatore Romano)