La arquidiócesis lanza una campaña de donaciones. De los fondos de las entradas del Parque del Tijuca no va nada para su conservación
La arquidiócesis de Río de Janeiro en su web presenta la campaña “Amigos del Cristo Redentor” y le pide “al pueblo brasileño que abra sus brazos para el Cristo Redentor y cuide de él”. Se trata de recolección de donaciones para la conservación de la estatua del Cristo Redentor en el Corcovado, porque su mantenimiento está a cargo de la arquidiócesis de Río de Janeiro.
Para la manutención la arquidiócesis no recibe nada del precio de los billetes de entradas de los 30 millones de turistas que cada año lo visitan, fondos que son administrados por el Parque Nacional de Tijuca, la reserva ambiental que pertenece al Gobierno federal de Brasil. Debido a las tormentas tropicales, muchos rayos caen lo que obliga a intervenciones de emergencia y a un nuevo sistema de pararrayos
El coordinador de comunicación de la arquidiócesis de Río de Janeiro, el sacerdote Marco William, declaró que los recursos aportados por los patrocinadores se redujeron como consecuencia de la grave recesión que enfrenta Brasil y dejaron de ser suficientes para financiar los cinco millones de reales de costo anual. “La crisis está por todos lados. Estamos con dificultades de conseguir nuevos socios y no tenemos garantías de que los actuales continúen. Incluso el diezmo de la Iglesia se redujo”, indicó.
La estatua del Cristo Redentor o Cristo de Corcovado fue inaugurada el 12 de octubre de 1931 después de cinco años de obras. Está situada a 710 metros sobre el nivel del mar, y se localiza en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, en la cima del Cerro del Corcovado, tiene una altura total de 38 metros pero 8 metros pertenecen al pedestal. Antes de 1921 el mirador en el cerro del Corcovado ya era uno de los atractivos turísticos de Río de Janeiro, incluyendo el Ferrocarril del Corcovado, que había sido inaugurado en 1884 por el emperador Pedro II de Brasil.
Imagen: Cristo de Rio
(Wiki commons – Mario Duran)