Incluye a trabajadoras y jubiladas del Estado de la Ciudad del Vaticano, de la Santa Sede y de las instituciones vinculadas, tanto laicas como religiosas
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Se llama “D.VA”, mujeres en el Vaticano, la asociación nacida entre los muros leoninos compuesta por mujeres trabajadoras y jubiladas del Estado Ciudad del Vaticano de la Santa Sede y de las instituciones vinculadas a esta, tanto laicas como religiosas. Un evento completamente inédito en la historia del Estado más pequeño del mundo, que recalca el aliento del papa Francisco para una “presencia femenina más incisiva” en la Iglesia y en la sociedad.
Esta asociación “pretende crear una red de amistad, de intercambio y de solidaridad entre todas para un crecimiento humano y profesional”, indican en el comunicado de prensa. Creemos –se añade– que las mujeres son un recurso precioso para valorar en los lugares de trabajo y en todos los ambientes de vida y de actividades dentro del Vaticano.
Por otro lado informan que son “varias las actividades que pretendemos promover en ámbito social, cultural y espiritual”. El objetivo es también “prestar atención a las mujeres menos afortunadas para aliviar sufrimientos”. Desean además “dar mayor visibilidad a las iniciativas y a las contribuciones de otras mujeres cristianas”.
El estatuto fue aprobado por las autoridades competentes y el Acto Constitutivo firmado el 1 de septiembre de 2016 en la Gobernación. Presentado el pasado 26 de septiembre, D.VA ya ha recibido a día de hoy más de 60 peticiones de inscripción. Presidente y vicepresidente de la asociación son Tracey McClure, periodista de Radio Vaticana, y Romilda Ferrauto, periodista que durante mucho tiempo fue responsable de la redacción francesa de la emisora pontificia.
La misma Ferrauto, en una entrevista en Radio Vaticana, explica: “Es necesario decir que esta iniciativa ha nacido de una forma muy espontánea. Nació de un grupo de mujeres que se conocieron, se reunieron y sintieron la necesidad de crear una red, una red de amistad y solidaridad”. Probablemente –añade– sintieron esta necesidad porque se sentían minoría, había detrás una necesidad de estar justas.
Por otro lado, precisa que en ningún momento ha habido un proyecto de tipo ideológico pero, a medida que se reunían, se daban cuenta de que era necesario dar una estructura y un reconocimiento oficial a esta asociación.
Actualmente las mujeres que trabajan en el Vaticano son más de 750, es decir, el 19% del total de los trabajadores. Además trabajan como funcionarias en varios dicasterios de la Curia, pero pocas ocupan posiciones de responsabilidad. En este momento en la Curia hay dos subsecretarias mujeres, ambas italianas, una religiosa y una laica: sor Nicla Spezzati, de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; y Flaminia Giovanelli, del Pontificio Consejo Justicia y Paz. También es una mujer y laica, española, la vicedirectora de la oficina de prensa de la Santa Sede, Paloma García Ovejero.