Ha celebrado en la Casina Pío IV el encuentro organizado de la Pontificia Academia de las Ciencias
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- En la Casina Pío IV en el Vaticano se ha celebrado el congreso internacional sobre las drogas organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias. Durante dos días –explica Radio Vaticana– huéspedes internacionales debatieron sobre temas como producción, uso y tráfico de drogas ilegales, sin olvidar los usos y abusos de las sustancias químicas, el tráfico de seres humanos, las violencias. A través de los datos y experiencias históricas se trató de buscar estrategias y soluciones definitivas a tales dramas.
Los encargados de abrir el encuentro fueron monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia; la reina Silvia de Suecia y Yury Fedotov, director de Unodc, la Oficina ONU que se ocupa de drogas y crimen. Además, recibirán también la visita del Santo Padre este jueves.
En su intervención, en el ámbito del seminario “Narcóticos, problemas y soluciones de esta plaga mundial”, la reina Silvia de Suecia puso en evidencia la “necesidad de proseguir en la cooperación mundial” para afrontar este desafío, mirando de forma particular a la “fragilidad de los niños” víctimas de la unión entre “tráfico de drogas y explotación de seres humanos”. Central también la prevención y la información sobre la peligrosidad de las sustancias estupefacientes, según la soberana, también fundadora del “World Childhood Foundation” que se ocupa de mejorar las condiciones de vida de los niños de todo el mundo, y miembro honorario de la Mentor Foundation, activa contra la droga.
Yury Fedotov indicó que los datos del 2013 de Unodc (United Nations Office on Drugs and Crime), la Oficina de las Naciones Unidas de la que es presidente que se ocupa de vigilar la difusión de las drogas en el mundo y los relativos fenómenos criminales. Según tales estimaciones, 1 persona de cada 20, en edad comprendida entre los 15 y los 64 años, utilizó al menos una vez una sustancia ilícita, por un total de 246 millones de personas, subrayó Fedotov, reafirmando las consecuencias devastadoras para “la salud, la paz, el desarrollo, para los derechos humanos” causados por el tráfico de droga y de las actividades criminales vinculadas.
Ilustrado también el mapa de los países más golpeados por la plaga de la droga: Afganistán, “patria” del opio, donde los productores del cultivo de amapola, además en crecimiento, financian el terrorismo de los talibanes además de crear toxicodependencia, violencia e inseguridad. Los Balcanes, principales canales de tránsito de la heroína que se se extiende después en todas direcciones; América del Norte, donde se registra más del 40% del consumo de cocaína global, los principales productores están en Colombia, Perú y Bolivia.
Francisco denuncia las “mafias” que hay detrás del negocio de las drogas
El Santo Padre asegura que para frenar la demanda del consumo de drogas se necesita “realizar grandes esfuerzos” e “implementar amplios programas sociales” orientados a la salud, al apoyo familiar y a la educación
El Papa en la Casina Pio IV – © Osservatore Romano
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha señalado como un desafío el “identificar el modo de controlar los circuitos de corrupción y las formas de blanqueo de dinero”. Y para ello, no queda otro camino que el de “remontar la cadena que va desde el comercio de drogas en pequeña escala” hasta “las formas más sofisticadas de lavado”, que anidan en el “capital financiero” y en los “bancos que se dedican al blanqueo del dinero sucio”.
El papa Francisco se ha reunidocon los participantes del seminario organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias, sobre el tema: “Drogas: problemas y soluciones de este plaga mundial”. De este modo, en su discurso ha asegurado que las víctimas de las drogas “han perdido su libertad a cambio de esta esclavitud”, “de una dependencia que podríamos llamar química”. Es ciertamente una “nueva forma de esclavitud”, como otras muchas “que flagelan al hombre de hoy y a la sociedad en general”.
Asimismo, ha explicado que “es evidente que no hay una única causa que lleva a la dependencia de la droga”, sino que son “muchos los factores”: la ausencia de familia, la presión social, la propaganda de los traficantes, el deseo de vivir nuevas experiencias, etc.
Cada persona dependiente –ha asegurado– trae consigo una historia personal que debe ser escuchada, comprendida, amada y, en cuanto posible, sanada y purificada. Por eso ha advertido de que “no podemos caer en la injusticia de clasificarlos como si fueran objetos o trastos rotos”.
Por otro lado ha reconocido que no es de extrañar que haya tanta gente que caiga en la dependencia de la droga, “pues la mundanidad nos ofrece un amplio abanico de posibilidades para alcanzar una felicidad efímera, que al final se convierte en veneno, que corroe, corrompe y mata”. La persona “se va destruyendo” y, con ella, a “todos los que están a su alrededor”.
Así, el Pontífice ha subrayado que “es importante conocer cuál es el alcance del problema de la droga y, sobre todo, la vastedad de sus centros de producción y de su sistema de distribución”. Redes, ha definido el Papa, que posibilitan la muerte de una persona, “la muerte no física, la muerte psíquica, social”.
El papa Francisco ha contado una historia en la que pretende mostrar la gravedad del asunto. Un juez de Argentina empezó a trabajar en serio sobre el problema de la droga y al poco tiempo recibió por correo una foto de su familia,: “Tu hijo va a tal escuela, tu esposa hace esto”. Un aviso mafioso, ha lamentado Francisco. “Cuando se quiere buscar y ascender por las redes de distribución, uno se encuentra con esta palabra de cinco letra: mafia”, ha reconocido el Santo Padre.
Por otro lado, buscando una solución a esta lacra social, el Pontífice ha propuesto que para frenar la demanda del consumo de drogas se necesita “realizar grandes esfuerzos” e “implementar amplios programas sociales orientados a la salud, al apoyo familiar y, sobre todo, a la educación”. La formación humana integral –ha asegurado– es la prioridad porque “da a las personas la posibilidad de tener instrumentos de discernimiento”.
Sin embargo, el Papa ha observado que “el problema de la prevención de la droga como programa siempre se ve frenado por mil y un factor de ineptitud de los gobiernos”. Al respecto, ha añadido que también es fundamental “trabajar por la plena y segura rehabilitación de sus víctimas en la sociedad”, para “devolverles la alegría y para que recobren la dignidad que un día perdieron”.
Rocío Lancho García
Foto: Drogadicción
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