Participarán cerca de 6 mil personas que tienen dificultades para “insertarse en el tejido social”, procedentes de varios países del mundo
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El Año Jubilar de la Misericordia concluirá el 20 de noviembre, festividad de Cristo Rey, y se cerrará la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Mientras que el domingo anterior, el 13 de noviembre, se cerrarán todas las Puertas Santas abiertas en todo el mundo durante este Año Santo.
El último jubileo que se vivirá en Roma, el fin de semana del 11 al 13 de noviembre, será el de las “personas socialmente excluidas”. Lo ha indicado monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, en una rueda de prensa celebrada esta mañana para informar sobre los últimos encuentro jubilares en Roma.
Es así como, en el cierre del Año Jubilar, los protagonistas serán las personas que, por distintos motivos, desde la precariedad económica a varios tipos de patologías, de la soledad a la carencia de lazo familiares, tienen dificultades a “insertarse en el tejido social” y terminan a menudo permaneciendo “a los márgenes de la sociedad” sin una casa o sitio para vivir.
Tal y como ha informado el presidente del dicasterio vaticano, serán cerca de 6 mil personas procedentes de varios países: España, Francia, Alemania, Portugal, Inglaterra, Polonia, Holanda, Italia, Hungría, Eslovaquia, Croacia y Suiza.
En el programa está previsto que el viernes por la mañana los participantes del jubileo se reúnan con el papa Francisco en el Aula Pablo VI, donde escuchará sus testimonios. Además, en algunas iglesias de Roma, también habrá testimonios el sábado por la mañana. La iglesia de San Andrea della Valle acogerá los testimonios es español.
Mientras que el sábado por la tarde se celebrará una vigilia de la Misericordia en la Basílica de San Pablo Extramuros. Finalmente, el domingo por la mañana se celebrará la misa con el Santo Padre en la Basílica de San Pedro.
Monseñor Fisichella ha reconocido que el cierre de la Puerta de la Misericordia, “no agota el compromiso de la Iglesia, sino que a la luz del Jubileo vivido refuerza el testimonio”.
Foto: Cristo sin techo (Foto ZENIT cc)