Monseñor Bernardito Auza en el Palacio de Vidrio condena los crímenes que violan la dignidad humana. Señala que pueden ser contrastados a través de la educación
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- “El terrorismo viola la dignidad fundamental del hombre y de sus derechos; los terroristas desprecian la vida y la libertad fundamental; sus crímenes incalificables contra mujeres y jóvenes, así como el carácter totalmente bárbaro de sus actos no puede dejarnos indiferente”.
Es la viva acusación pronunciada por monseñor Bernardito Auza, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas de Nueva York, durante una sesión de la asamblea general de la ONU. En su intervención –informa el Osservatore Romano– el prelado reiteó que la condena del terrorismo debe ser absoluta porque “no hay ninguna razón ideológica, política, filosófica, racial, étnica o religiosa que pueda justificarlo o excusarlo”.
Según monseñor Auza, “la educación juega un papel clave en la prevención del terrorismo” por esto es esencial mirar a las nuevas generaciones. Además, concluyó el arzobispos, “los líderes religiosos deben ser los primeros en rechazar las narrativas y las ideologías que generan la radicalización, el desprecio y el extremismo”.